Modo oscuro
Idioma arrow_icon

La Gran Sultana

Hacerte el amor

¿Está todo listo?- Pregunté mientras terminaba de ponerle un chaleco a Badir, hacia algo de frio

Su cabello ya estaba creciendo y su rostro de bebe con sus ojos bicolores hacían que mi niño fuese él bebe más guapo de todo el maldito el imperio y no lo digo porque haya sacado su belleza de mí y de mi esposa, es que es simplemente bello, una hermosura que si estuviésemos en mi tiempo sería modelo. Mi niña no se queda atrás por supuesto, era hermosa y una copia de Mera, con sus ojitos idénticos a los míos, Badir y Nasra podían pasar por gemelos incluso de lo parecidos que eran y lo guapos y hermosos que son

Dios, que buenos genes tengo

- Si mi Sultana- Dijo Kristen mientras le colocaba un abrigo a mi niña que parecía una ternurita, apenas terminó de ponérselo me pidió tomarla en brazos, algo que hice de inmediato- Ya está toda su ropa lista y la de su esposa que llegó hace poco, Altan me informo que su barco está listo y el castillo estará a cargo de su hermano menor, créame que puede irse tranquila a su viaje

- Me alegro- Tome a mi niño también en brazos y me tumbe en mi maravillosas almohadas de mi estudio, el cielo del crepúsculo en sus tonalidades naranjas y moradas era hermosos, estoy segura que si Daniela estuviese aquí ya estaría intentando pintar la imagen frente a mis ojos- Has hablado con tu prometida- Pregunte curiosa, hace bastante que no escucho noticias del reino del oeste donde viene Kristen

- Si, hace poco me llego una carta, aún están en proceso de que mi mujer tome el trono pero su apoyo a ella ha ayudado mucho y ahora el reino está aceptando de a poco que ella será su futura reina- Dijo ella muy feliz, me alegro, hay tan pocas parejas homosexuales que pueden ser libres en este tiempo, por no decir ninguna. Mera y yo fuimos la primera pareja pero yo ya era considerada un hombre a ojos públicos debido a mi condición por lo que no hubo mucho impacto, además ¿Quién me iba a cuestionar si podía poner su cuerpo desangrándose boca abajo en medio de la plaza en menos de un segundo? Si, sé que amenazó mucho ¡Pero no iba a dejar que alguien hablase mal sobre mi matrimonio con Mera!

- Espero que todo salga bien y que en poco tiempo puedas estar con ella, aunque eso signifique quedarme sin sirvienta personal de momento- Dije divertida escuchando su risa, apenas Kristen se vaya seré asediada con mujeres buscando meterse entre mis pantalones, a mí solo me gusta que Mera y Daniela se metan en mis pantalones, nadie más

- Que el de arriba escuche sus palabras mi Sultana- Dijo Kristen terminando de limpiar el lugar, ya que había cenado ahí junto a Nasra y Badir- Me retiro majestad, que pase buena noche

- Igualmente- Me quedé mirando el techo con mis hijos a mis lados

Observe con una sonrisa como Badir corría de acá para allá con un pequeño juguete de madera que parecía un caballito negro (Jamás le diré a Blackte) y hacia ruiditos con su boca, en cambio mi Nasra tenía más sueño y estaba aferrada a mi pecho intentando tomar una siesta, con cariño acaricia los rubios cabellos de mi hermosa hija haciéndola dormir al mismo tiempo que vigilaba que Badir no fuese a hacer nada peligroso como acercarse al fuego, aunque había puesto rejas por si acaso. Al poco rato mi niñito también se cansó así que se lanzó arriba mío sacándome el aire

- Así que te divierte verme ahogarme- Dije divertida por la risa que soltó, oculto su rostro en mi hombro riendo todavía, acomodándose para dormir. Ya sin ninguna mano libre comencé a hacerle cariño en la espalda. Poco poco su risa se detuvo y se durmió profundamente al igual que su hermana mayor

¿Puedo acaso amarlos más? Es imposible, los adoro, cada maldito segundo que paso viva es un segundo para cuidar, amar y adorar a mis hijos, cada vez que los veo despertar es como si mi corazón se acelerara. No importa que tan lejos estén o lo diferente que pensemos, mis hijos lo son todo para mí, son mi motor y mi vida, la razón por la que sonrió cada vez que despierto y hago de este un lugar mejor. Porque quiero que el mundo donde ellos vivan y crezcan sea tan hermoso como ellos. Los amo, los adoro con todo mi ser y son lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida

- ¿Jesin?- Deje de mirar a mis hijos al escuchar la hermosa voz de mi segunda esposa, Daniela me observaba desde la puerta con una sonrisa tranquila que solo hacía que mi alma se calmara más de lo que ya estaba

- Mi reina ¿Cómo estuvo tu día?- Pregunto viendo cómo se acercaba a tomar a Badir entre mis brazos

- Muy tranquilo, Mera y yo fuimos a ver a la nueva institutriz de Nasra y por suerte le agrado mucho, así que cuando vuelvan de su viaje a Francia ella vendrá a instruirle- asentí feliz, con que sea la antigua institutriz de Daniela me pone feliz, porque sé que es una persona de confianza de mi segunda esposa y yo dejo mi vida en las manos de Daniela

- Perfecto mi reina- Sonreí levantándome y tomando a Nasra entre mis brazos, se ve como un angelito mi niña- Iré a dejar a Nasra a su habitación y me iré a la mía, partiremos al amanecer así que debemos descansar bien

- Entonces yo la llevaré- Dijo Daniela tomando a mi hija de mis brazos- Ve a tu habitación tranquila mi amor y duerme bien

- Claro mi reina, ten dulces sueños- Me acerque y la tome de la cintura, pues ella tiene a mis dos hijos en sus brazos y la bese con fuerza, saboreando sus labios que tenían un ligero sabor dulce, seguramente había estado comiendo algunos de camino al palacio, me separe lentamente de ella viendo como aún tenía los ojos cerrados, lo que me dio ternura

- Más vale que te vayas o seré yo quien te amarre a la cama- susurro, aunque igual lo escuche

- ¿Qué cosa mi reina?

- Nada mi vida, buenas noches- Me dio un beso rápido y se fue con mis dos hijos dormidos dejándome algo extrañada pero no importa, tengo algo de sueño

Camine hacia mi habitación, mañana es un día importante, zarpara el segundo barco más rápido que tenemos conmigo, Mera, Nasra y Tajmen hacia Francia, debemos pasar con mucho cuidado por Italia y llegaremos a las costas francés, de ahí iremos directo a París. Blackte ya fue enviado a Francia para que ya esté ahí al mismo tiempo que nosotros, debido que al ser un caballo peso lo mismo que tres hombres juntos. El tratado con Francia es lo más importante que debo hablar con el futuro rey, ya que espero obtener libre paso por sus tierras hacia Gran Bretaña, de modo que en caso de que haya otro ataque por parte de ellos, mis soldados solo deberán navegar unas horas y atacaran su capital, muajaajajjajajajaja

Abrí la puerta de mi habitación esperando dormir pero al observar lo que había dentro las palabras de Daniela cobraron sentido. Mera estaba acostada boca abajo usando una ropa interior tan delgada que juro que es lencería de color negro que resaltaba bastante ante su pálida piel y sus cabellos dorados, era como tener a la maldita encarnación de la lujuria en mi cama y ese trasero justo frente a mis ojos me estaba llamando casi a gritos. Trague saliva y note que tenía un nudo en la garganta al mismo tiempo que mis pantalones comenzaban a apretar. Avance lentamente y cerré la puerta con cuidado de no hacer ruido, maldita sea Mera se suponía que me iba a negar a hacer el amor contigo ¿Cómo esperes que me niegue ahora?

Apenas mis dedos tocaron su perfecto trasero se tensó ligeramente y se giró, dejándome a la vista sus preciosos pechos cubiertos por una fina tela negra que no cubría prácticamente nada. Casi de inmediato sus mejillas se volvieron de un precioso color carmesí

- ¿Y esta sorpresa?- Murmure con la voz ronca, mientras me sentaba a su lado y acariciaba su pierna con lentitud, es como un manjar solo para mi

- Quería disculparme contigo- Murmuró Mera sentándose también, haciendo que mis ojos vayan directo a sus pechos, dios como saltan- Me enoje porque pensé que habías hecho algo en contra de uno de mis amigos

- Mera, yo jamás haría nada en contra de tus amigos, a menos claro que intenten ser algo más que eso contigo, ahí lo único que haré será alejarlos- Respondí aunque mi vista seguía en su maravilloso cuerpo ¿Está haciendo calor? Porque yo me estoy calentando

- Lo sé, solo que el enojo me gano mi amor- Paso sus delicados brazos por mi cuello y sus piernas abrazaron mis caderas, quedando como un lindo y sensual koala que me está calentando más que el sol de verano, como si lo supiera mi esposa se restregó ligeramente contra mi pelvis, dioses del olimpo Mera, te voy a dejar en una maldita silla de rueda esta noche- ¿Me perdonas mi vida?

- Claro que si mi vida, si tu me perdonas por lo que haré ahora- Gruñí tomándola entre mis brazos y volviendo a acostarla, solo que esta vez conmigo arriba de ella

- ¿Y qué me harás mi vida?- Preguntó ella sonrojada, dios que imagen. Comencé a quitarme la ropa rápidamente mientras la besaba con fuerza, quería sentir el calor de su piel contra la mía, sus dedos delicados que tocan fantásticas notas en un recital tocando mi cuerpo como si fuese su instrumento. Quiero hacerle el amor hasta el maldito amanecer, no me importa si no dormimos, la quiero ahora, la necesito ahora

- Hacerte el amor hasta que te desmayes de placer mi amorcopy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio