Beatriz había recibido un pasaje que la llevaría a casa de sus hijos en otro continente para dentro de dos días, también había recibido más dinero de lo que necesitaría por un largo tiempo, esto lo había hecho Edward con la idea de dejar que la mujer estuviera cómoda por lo menos unos años y no se preocupara por el dinero, lo hizo como su último acto de amor hacia una mujer que lo había criado.
Pero Beatriz tomo esto como algún tipo de intento de soborno para ella no hablara más sobre lo que sabía de esa mujer, así que después de hacer sus maletas y despedirse de la servidumbre salió con dignidad de la mansión rumbo hacia el único sitio donde sabía que odiaban tanto a Amelia como ella.
La antigua baronesa de Baudin la recibió con los brazos abiertos y escucho todo lo que Beatriz tenía que decir:
-La verdad no puedo asegurar que no sean familia -dijo mientras tomaba una taza de té, eso no lo tenía del todo claro, ella sabía que no eran primos, pero indudable el parecido, el que dijera que no eran familia estaba claramente mal de la vista
-¿Tienen alguna relación secreta? -Preguntó la señora Baudin claramente interesada, la mujer había estado ardiendo de ira cuando fue reemplazada del centro de atención por Amelia, pero le molestaba más que el conde no hubiese seguido cortejando a su hija después de la boda de la insoportable señorita Cecil, ese dia estaba muy interesado en Úrsula, pero después fue como si ella no existiera y ahora había rumores de que el conde le había dado un sombrero muy caro de regaño a la señorita Olivia quien se había hecho muy amiga de Amelia, lo que a ojos de la antigua Baronesa era sospechoso, tal vez la joven intentaba unir al conde con la pobretona de Olivia
-No, si me lo pregunta ella tiene una relación con el doctor…
-¿Con Deluca? Pero si no se soportan -Para nadie era un secreto que ambos se llevaban mal y evitaban hablarse
-Eso parece a primera vista, pero he visto al doctor suspirar por ella -aseguró Beatriz -aparte hace dos semanas hubo rumores extraños sobre una mujer que visitó al doctor
-Oh si lo escuche -la baronesa apartó su taza -¿insinúa que fue ella?
-no lo sé, pero ella mandó a acallar los rumores antes de que el conde lo hiciera y me resultó sospechoso
-Esto es grandioso -pensó la señora Baudin en voz alta, puesto que planeo darle a Amelia en donde más le dolía y sacar del medio a Olivia en el proceso…
Los días pasaron lentamente para Amelia, no podía hacer mucho por el dolor que presentaba en el hombro izquierdo, Cipriano le había dicho que debía usar una especie de cabestrillo hecho con tela por un aproximado de tres semanas, ya habían pasado casi dos semanas desde entonces.
Amelia se había sorprendido cuando se enteró de que Edward había despedido a Beatriz fue imposible no saber el por qué él había tomado esa decisión, dos chicas del servicio fueron testigos y el motivo se regó rápidamente entre la servidumbre, todo el personal estaban de acuerdo con que Beatriz se había pasado de la raya aun así Amelia le rogó a Edward que recapacitara y no despidiera a la mujer, sin embargo, este estaba completamente furioso y no hubo caso, se mantuvo firme en su decisión.
Beatriz se fue dos días después, sin despedirse de Edward y Amelia no podía evitar sentirse mal por como habían terminado las cosas, aunque claro, Beatriz podría generar toda la cizaña que quisiera, pero meterse directamente con ella y con Mary Ann era otra cosa.
Aunque al final todo terminó bien para Mary Ann, la nueva ama de llaves era su madre, lo que hizo que sus padres se trasladaron a la mansión y así la niña podía estar más cerca de sus padres, lo que sinceramente Amelia le parecía lo mejor, ella seguía siendo una niña pequeña aunque pareciera una abuela y la señora Acosta era una mujer igual de seria que su hija, pero pronto Amelia encontró que la mujer era mucho más amable y con mejor sentido del humor que Beatriz.
El lunes 2 de marzo de 1801 se recibió una tarjeta de invitación para el conocimiento de la temporada para el día viernes 6 de marzo, la invitación por supuesto era de la señora Baudin y era solo para dos personas, por lo que no se incluye a Mary Ann, lo que hizo que Amelia se preguntará si lo habían hecho deliberadamente, ya que la niña no tenía ningún título y lo considero un comportamiento clasista, pero Edward le calmó y le dijo que no era común que los niños fuesen a ese tipo de eventos.
El día para el evento se acercó rápidamente y pronto Amelia se encontró arreglándose para ir al evento, Edward le insistió que fuera y que comprara un vestido nuevo, no estaba bien visto que las mujeres repitieran vestidos durante la temporada y si lo hacía la gente podría pensar que él estaba pasando por un mal momento económico además la ropa que tenía era de invierno, Amelia solo suspiro y fue a comprar otro vestido, la modista se disculpó con ella, ya que los mejores vestidos habían sido comprados semanas antes y básicamente lo que quedaban eran las sobras, Amelia que no estaba de muy buen humor solo dijo “no es lo que se usa, es quien lo usa” y tomo un vestido rojo escarlata que tenía encajes y unos lazos al frente, era un vestido precioso, pero no era lo suficientemente ostentoso para la ocasión, el color tampoco estaba de moda por lo que había quedado renegado.
Amelia odiaba las pelucas, pero era un evento “oficial” y Olivia le insistió que usara una para la ocasión “té verás preciosa estando a la moda”, esto provocaba que el corazón de ella se amargara esta moda no era la moda de su época, era anticuada y lo odiaba, desde que se había dislocado el brazo su humor no era el mejor de todo y cada vez que le gruñía a alguien pensaba que todo era culpa de Cipriano, “¡Qué imbécil!” se repetía cada vez que cerraba los ojos:
-Estás hermosa, eres como una princesa -Observó Mary Ann y Amelia se sobresaltó, la niña había estado allí desde hace como media hora viéndola arreglarse en completo silencio tanto que ella se había olvidado que estaba allí
-¿te gusta? -Amelia dio un grácil giro, de cierta manera se sentía similar a una actriz cuyo nombre no recordaba, pero sabía que comenzaba con la letra “k” ¿Karla o tal vez Katherine?
-Por supuesto, pero ¿Por qué no usa maquillaje? -La niña era muy vivaz y no se le escapaba nada
-El maquillaje me hace daño en la piel -respondió Amelia tratando de no dejar escapar su mal humor
Mientras Edward y ella iban de camino a la mansión Baudin, Amelia no dejaba de tener un pequeño mal presentimiento de todo esto:
-¿Cómo sigues del brazo? -Preguntó de repente Edward que tampoco había estado de buen humor desde que Beatriz se fue sin despedirse
-Mejor, aunque tengo que usar esto una o dos semanas más -respondió ella señalando el cabestrillo
-No sé por qué, pero… no siento que la fiesta de hoy vaya a hacer un éxito - dijo de repente Edward
-Yo tampoco me siento animada al respecto -dijo Amelia, Edward abrió la boca para sugerir regresar a la mansión, pero ya se encontraban entrando por el portón de la mansión Baudin y sería muy extraño para alguien si los vieran entrar y regresar sin ni siquiera bajar a saludar por lo que, en cambio, dijo
-¿te parece un saludo cortés, un par de bailes y nos retiramos?
-Olvídate del baile saludamos y nos vamos -Respondió ella
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