Cuando por fin llegaron a la entrada de la mansión los hombres sintieron que su cansancio les tomaba todo el cuerpo se sintieron desesperar, mientras caminaban a la entrada contaban los pasos que les faltaba para llegar, Oliver anhelaba una cama decente para dormir, Edward le había preguntado que por que no se quedaba en su casa pero este se negó diciendo:
-Mi madre está en tu casa, lo mejor es que vaya directo para allá
Y Edward tuvo que darle la razón, era mejor que Oliver llegará a la mansión por lo menos esa noche, Cipriano por su parte no tenía donde quedarse y deseaba con todo su corazón ver a Amelia pero sabía que eso no sería posible por lo menos esa noche ya era muy tarde, todo estaba tan oscuro que apenas podía ver por donde iba y seguramente ella estaba plácidamente dormida, Edward solo anhelaba darle un beso suave a Olivia y saber que todo estaba bien, que ella estaba bien y que nada había pasado en todo ese tiempo que estuvo lejos
toc toc
Edward tocó la puerta de la mansión esperando que el mayordomo le abriese, sin embargo ese no abría la puerta, eso le dio un mal sabor de boca a Cipriano el mayordomo era de cierta manera adicto a su trabajo, siempre estaba en la puerta en las noches a veces duraba un rato más en abrir la puerta pero siempre lo hacía:
-Supongo que esta durmiendo -dijo Edward abriendo la puerta -ya es muy tarde
-Ire avisarle a mi madre de nuestra llegada y buscaré dónde dormir -informo Oliver de sus planes
-En cualquier habitación menos la del fondo a la izquierda en esa duerme Amelia
-Esta bien -dijo Edward y Oliver comenzó a subir las escaleras con pasos pesados
-Yo iré a comer algo y buscare tambien donde dormir -Bostezo Cipriano que al ver que todo en la mansión parecía estar en orden se relajo
-Yo iré a ver a mi esposa -Edward comenzó a subir las escaleras pero noto que Oliver se había detenido en la cima de la escalera tenía la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda -¿pasa algo Oliver? -Pregunto Edward y Cipriano que iba a mitad de camino a la cocina escuchó la pregunta y se regresó
-Creo haber escuchado a alguien pidiendo ayuda -dijo Oliver mientras corría hasta la habitación del fondo a la izquierda, Edward y Cipriano subieron, cada uno por una de las escaleras dobles y se encontraron en el último escalón, se escucharon unos gritos proveniente de la habitación de Amelia.
Cipriano y Edward entraron a la habitacion, Oliver había reducido al mayordomo quien estaba tirado en el piso, Oliver estaba encima de él torciendo su brazo detrás de la espalda, Amelia estaba llorando y aterrorizada, estaba tratando de cubrirse con las sábanas pero aun así todos los presentes la había visto completamente desnuda:
-¿qué está pasando? -Preguntó Edward no porque no supiera sino porque la situación le parecía imposible, el mayordomo había trabajado toda su vida en la mansión y nunca se había comportado de mala manera
-ha intentado violarme -dijo Amelia con la voz quebrada por el llanto, Cipriano se acercó a ella corriendo
-¿logro...? -Cipriano no sabía cómo formular la pregunta
-No pero estuvo a punto -los labios de Amelia estaban blancos y temblaban
-Dios voy a matarlo -dijo Cipriano
-Atrévete noblecito -vociferó el mayordomo que estaba todavía reducido en el piso -más vale que me mates por que una vez se acabe con la monarquía voy a salir libre y seré yo quien te mate
-¿qué está pasando? -La señora Acosta acudió a la habitación con otras dos muchachas de servicio y Olivia se encontraba detrás temblando de miedo
-Manden a buscar al jefe de policia inmediatamente -Ordeno Edward mientras caminaba y tomaba por el brazo a el mayordomo y con ayuda de Oliver lo hacían poner de pie
-Dejemoslo en un closet hasta que lleguen -Sugirió Oliver, Edward lo vio desconcertado por la sugerencia -Si lo dejamos en una habitación con ventanas puede huir y sabemos que el jefe tardará en llegar
-Amelia vístete necesitamos que des tu declaración cuando llegue el jefe de policía -Ordenó Edward, Cipriano seguía al lado de Amelia y vio como esta se limpiaba las lágrimas con la misma sábana
-Necesito que salgan de aquí para poder hacerlo -ordenó ella, tanto a Edward, Oliver, Cipriano, las jóvenes de servicio y Olivia que todavía no se enteraba que pasaba
-¿Seguro que deseas estar sola? -Preguntó Cipriano arrodillándose al lado de la cama para ver a Amelia directamente a los ojos, no sabía si Amelia querría que este la tocase después de haber sido víctima de un ataque como ese
Amelia miró fijamente a los ojos a Cipriano, ella no había pensado tanto en él como él había pensado en ella en su ausencia sin embargo al verlo sintió que algo cálido le abrazaba su corazón, sus ojos parecían brillar como dos estrellas de diferente color en la oscuridad, “Creo que no sabia cuanto te extrañaba hasta que te vi” penso ella, Cipriano había sido grosero con ella en distintas ocasiones pero él la había salvado de ahogarse y desde entonces había estado allí para ella y ahora en ese momento tan crítico el estaba otra vez no solo preguntando si se encontraba bien sino también asegurándose, Amelia no le importo si las otras personas estaban presentes en la habitación se inclinó para darle un suave beso en los labios a Cipriano:
-Estoy bien, no me hizo nada ahora por favor sal -dijo, el beso la hizo sentir mejor pero aun asi por dentro era un manojo de nervios, se sentía vulnerable, el hombre se había metido en su habitación a media noche y casi logró su objetivo gracias a dios Olivier había aparecido como un rayo y lo había logrado reducir, Cipriano fue el último en salir de la habitación y cerró la puerta, entre la oscuridad y la luz se filtraba por la ventana Amelia se comenzó a vestir
Siempre supe que estabas con él dijo la voz de Samira y a Amelia le pareció verla sentada en la oscuridad en un rincón
-No eres real -dijo Amelia mirando a un rincón
¿No lo soy? dijo Samira
¿por qué dudas tanto si tu estas en esta época? Pregunto esta vez Alessandro
-Por favor ya basta -Amelia suplico -ustedes están muertos no pueden estar acá, no tienen razón para atormentarme
El jefe de policía y otros dos policías más estuvieron en menos de una hora en la mansión, el policía tomó la declaración de Amelia y de las demás mujeres de la casa:
-Tal la atacó por que pensaba que el té de manzanilla y semillas de amapola la haría dormir toda la noche -Comentó la señora Acosta, todos estaban sentados en la sala de estar, la señora Acosta había hecho a todos té de valeriana para calmar los nervios
-¿Por qué estabas tomando semillas de amapola? -Preguntó Cipriano confundido
-desde lo que paso con Samira no he podido dormir -dijo sin pensar Amelia mientras se mordía las uñas de las manos
-¿Qué pasó con Samira? -preguntó Oliver de repente, los policías se vieron mutuamente, ninguno parecía querer informarle sobre lo que pasó en la mansión Fitz
-Samira tuvo un aborto natural que le proboco la muerte-dijo Olivia al darse cuenta de que nadie mas iba a responder
-No puede ser -respondió él
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