Modo oscuro
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Nunca juegues con el diablo

Una venganza muy colorida

Alaric

Quedan cinco minutos para que empiece la reunión y Eda aún no ha llegado. Por momentos pienso que me he pasado con la broma, pero estoy seguro de que me la devolverá.

Tengo que mantener la compostura porque imaginarla con ese vestido... Lo encontré por casualidad en una tienda de cosas antiguas y no imagino mejor uso que el que le acabo de dar.

Máximo acaba de llegar y mira el reloj que hay colgado sobre la pared. Quedan tres minutos para que empiece. Si no llega antes de que se termine el plazo se buscará un problema.

Suena el golpe de unos nudillos en la puerta. Al momento se abre y por fin aparece. Tiene las mejillas completamente coloradas, su mirada está clavada en el suelo, avergonzada. Lo que en un principio me parecía una buena broma para que perdiera puntos con el contrato, ahora ya no me resulta tan gracioso, tal vez me he pasado.

Todos la miran sin comprender si se trata de una broma o no.

- Perdonad la tardanza - Susurra sentándose a mi lado.

En realidad, es el único sitio que queda libre, porque si de ella dependiera no se sentaría tan cerca por la mirada que me acaba de lanzar.

En mi defensa diré que mi forma de sabotearla es por un buen motivo; la empresa de mi padre debe ser mía. Ella ya sabía que esto iba a ser la guerra, aunque seguramente acaba de comprender lo que significa en realidad.

Máximo la mira intentando descifrar porque acude disfrazada de payaso, pero ella abre la carpeta con total normalidad y coloca los papeles que trae preparados de forma ordenada.

- Ya que estamos todos, comencemos - Dice solemne para desviar la atención de Eda.

Va pasando diapositivas sobre el trabajo que realizan, como lo realizan y hacia quienes dirigido.

- Después de toda la información que os acabo de dar - Continúa con la explicación - Espero que comprendáis qué tipo de trabajadores queremos.

Mantiene la mirada en Eda unos segundos, ella la baja avergonzada. Me he pasado. En cuanto salgamos de aquí me disculparé e intentaré arreglarlo de alguna forma.

Antes de salir todos le damos los documentos que hemos traído para que pueda ir viéndolos tranquilamente. Mañana comienzan las reuniones individuales y tenemos que tener todo bien atado porque va a ser bastante complicado.

Todos nos levantamos y nos acercamos hasta la mesa de Máximo donde vamos dejando el dosier. Eda camina delante de mí. Llega a la mesa y los deja con cuidado

- ¿Es esto algún tipo de broma señorita Blake? - Pregunta enfadado.

Se retuerce los dedos sin saber muy bien que contestar y por primera vez algo se remueve dentro de mi.

La adelanto dando un paso e intento arreglar la mierda que he provocado.

- Lo siento señor Brooks ha sido culpa mía. Eda no tenía la llave de su habitación y fui a comprarle algo de ropa... No entiendo mucho de moda femenina como ha podido comprobar - Se me escapa una risa porque ni yo me creería mi explicación.

¿Quién puede ser tan estúpido para pensar que un vestido con volantes amarillo pollo está de moda? Lo bueno de todo esto es que el comportamiento de Eda deja claro que no ha sido una broma, está pasándolo mal de verdad.

Máximo intercambia la mirada de ella a mí varias veces.

- Está bien. Señorita Blake ¿Puede esperarme un momento? Tengo que hacer una llamada, pero necesito hablar con usted.

- Por supuesto - Contesta solemne.

Saca el teléfono del bolsillo y sale del despacho que nos ha habilitado el hotel. Nos quedamos solo los dos. Despacio se gira hasta mi. Puedo ver el momento exacto en el que la vergüenza da paso a la rabia. Levanta un dedo acusándome.

- No creas ni por un segundo que esto va a quedar así - Amenaza.

Voy a intentar poner algo de cordura porque realmente creo que me he pasado.

- Eda, ahora veo que no ha tenido gracia, por favor perdóname.copy right hot novel pub

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