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Nunca juegues con el diablo

Un momento decisivo

Alaric

Esta tarde tenemos una reunión con Máximo. Eda y yo tenemos que ir a la misma hora. Aunque defendemos al mismo bufet, tenemos idea distintas, así que quiere escucharnos como defendemos nuestra propuesta.

Miro el reloj de mi muñeca. Queda una hora para la reunión, así que para hacer tiempo he quedado con mi hermana en una cafetería frente al hotel.

- Ya he llegado - me sorprende por la espalda.

Normalmente soy un tío feliz y pragmático que pasa de dramas, y ver a mi hermana radiante después de todo por lo que ha tenido que pasar, me contagía su alegría. Le dejo un beso en la frente y se sienta a mi lado.

- ¿Por qué no has traído a tu novia?

Me gusta escuchar esa palabra, pero Eda le tiene alergia a todo lo que signifique compromiso. Todavía recuerdo la cara que puso cuando saqué la pequeña caja del bolsillo de la chaqueta.

Poco a poco se ha ido abriendo a mi, aunque la sensación que tengo es que si doy un paso en falso, un error, huirá y la perderé para siempre.

- No es mi novia, ya te lo expliqué.

Chasquea la lengua molesta.

- Si, claro. Y yo voy y me lo creo. Te miraba como si fueras de su propiedad.

¿Puede ser eso verdad? Es cierto que se puso celosa... Pero...

- Deja el tema ¿Qué quieres tomar?

Es mejor cortar por lo sano.

- Un descafeinado con leche - Contesta molesta.

Perfecto. Parece que tengo un don para cabrear a las mujeres que me rodean. Es el superpoder de los hombres, da igual lo que digas o hagas, siempre la cagamos y cuanto antes lo asumamos mejor.

Le enseño los documentos que he preparado. Gráficas de posibles rebajas fiscales, bonificaciones a las que pueden optar, un montón de números y datos, a fin de cuentas, ese es mi trabajo.

- Seguro que consigues el contrato. Lo tienes muy bien preparado.

Bebo un sorbo de mi café sin azúcar, después, lo dejo en la mesa. Los dos estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo en conseguir compatibilizar el trabajo y nuestra relación, pero me preocupa lo que pueda ocurrir una vez que esto termine.

Confío en mis capacidades y mi trabajo y no hay ningún punto en el que no contemple ganar.

- Eso espero.

Mi hermana aprieta lo labios, conteniendo algo que quiere decir. Odio que haga eso.

- Di lo que sea que estás callando.

- Yo solo... No me gusta que papá te manipule para que hagas lo que él quiere - Baja la vista avergonzada.

Joder, no puedo enfadarme con mi hermana pequeña. Ella siempre ha estado ahí, siempre me ha apoyado.

- Hago esto porque quiero, porque lo necesito. No te preocupes.

Esta será nuestra última reunión. Los dos días que quedan será para que el resto de abogados se reúnan en privado igual que nosotros y el último día anunciará el bufet seleccionado.

En Nueva York tengo mucho trabajo que estoy retrasando, solo espero que esta semana no haya sido perdida.

Hablamos de ella,de como le va la vida. Decidió independizarse completamente del apellido Lyon. No quiere la fortuna familiar ni las puertas que podemos abrir, ella solo quería una vida tranquila y feliz.

Trabaja en recursos humanos en una mediana empresa de aquí, y por lo que veo, parece feliz.

- Bueno hermanita, tengo que irme si no quiero llegar tarde.

Me abraza fuerte y reposa la cabeza sobre mi hombro. Siempre hemos estado muy unidos. Es mi hermana pequeña, si no la protejo yo ¿Quién lo va a hacer?

- Te quiero Laric.copy right hot novel pub

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