Eda
Desde la entrada veo como meten el cuerpo de mi abuela dentro de la ambulancia. Las últimas veinticuatro horas parecen una pesadilla, como si el universo hubiera decidido que era demasiado feliz y en un instante ¡PLAF! Me lo han quitado todo.
Todavía no lo saben las chicas, pero no creo que escribir en el grupo de wassap llamado "Las brujas" sea lo mejor, ellas conocían a mi abuela de toda la vida... Y ya no está.
Me he quedado sola, completamente sola.
Cuando he venido esta mañana para verla y charlar un rato, jamás me podría haber imaginado que me la encontraría en la cama, como si durmiera, pero no estaba dormida. Ahora está con su hija, con mi madre y mi padre y a mi me han dejado aquí.
La ambulancia arranca y se va. Dentro de unas horas me llamarán para decirme el motivo de la muerte, y después, podremos velarla y enterrarla. Solo con pensarlo se me encoge el estómago. Siento un puño cerrándose alrededor de mi pecho.
La calle queda desierta, escepto por una persona, la última persona que quiero ver en estos momentos. Alaric. Doy media vuelta y camino hacia la casa.
- ¡EDA! ¡ESPERA, POR FAVOR! - acelera el paso hasta que me alcanza.
Coloca su mano sobre mi brazo y yo pego un tirón para dejar de sentir su tacto. Quiero gritarle, quiero pegarle, decirle que es un capullo que me ha roto el corazón, pero lo nuestro no es importante ahora. Acabo de perder a mi abuela, joder.
- Déjame en paz, no quiero hablar contigo - Sigo decidida hasta la puerta.
- Siento lo de tu abuela, de verdad... Yo...
Me paro en seco. Escuchar como otra persona habla en voz alta de mi abuela, de la muerte de mi abuela.... Se me llenan los ojos de lágrimas y la visión se vuelve borrosa.
- ¡No hables de ella! ¡No tienes derecho a hablar de mi abuela! ¡tu no la conocías! ¿Qué quieres? ¿Para qué has venido? - escupo con rabia.
Se pasa las manos por el pelo como si le costara mantener esta conversación. Me quito las lágrimas enfadada. Él no debería estar aquí.
- Yo...
Se acerca a mi tan rápido que no me da tiempo a reaccionar. Me rodea con sus brazos y no me suelta aunque le empujo para alejarme de él. No necesito que me abrace con las asquerosas manos con las que abrazó a esa chica.
- No estás sola - Susurra contra mi pelo - no lo estás.
Dejo de pelear y apoyo la cabeza contra su pecho. Me siento derrotada, triste, más sola de lo que me he sentido nunca, porque los hombres iban y venían, pero mi abuela siempre estaba conmigo.
Respiro profundo antes de separarme despacio.
- Alaric, tienes que irte. Esto no cambia nada. Tienes tu contrato, tu nueva empresa, ya has conseguido lo que querías, ahora sal de mi vida y déjame en paz.
Me voy antes de que reaccione. Entro en casa y cierro la puerta. No se da por vencido, llama un par de veces con el puño.copy right hot novel pub