Modo oscuro
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Nunca juegues con el diablo

El universo está en mi contra

Eda

Saco el móvil y escribo en el grupo de las brujas.

- No sabéis que ha hecho hoy Alaric.

Unos minutos más tarde comienzan los zumbidos con preguntas.

- Me ha convertido en socia sin que yo lo supiera.

El chat queda en silencio. Leah está haciendo un audio. Es la más clara de todas y la que ha decidido que cuando lo vea le dará una patada en las pelotas.

- Será gilipollas ¿Qué se ha creído? Ahora sí, ahora no, ahora sí... Seguro que pensaba que te ibas a tirar a sus brazos y que te lo tirarías en la mesa del despacho - Tiene que dejar de hablar porque le ha dado la risa imaginando la escena.

- Bueno, es un paso en la dirección correcta, por lo menos sabe que hizo mal - Alma opina que todo ha sido un cúmulo de confusiones. Ella siempre ve la parte buena de las personas.

- Esperad, que no sabéis lo mejor de todo. Me ha soltado que no se acostó con la chica del bar, como si fuera a creerle...

Se produce un silencio en el chat. Supongo que todas están pensando en lo que acabo de decir. La verdad es que no podía creer que me hubiera engañado. Me ha demostrado una y otra vez que le importo, pero todo lo que ocurrió ese día jamás me lo habría esperado de él.

- Yo creo que dice la verdad - Mely es la primera en hablar.

- ¿A quién le importa? Como si todo lo demás no tuviera importancia - Leah es el diablo que hay encima de mi hombro.

Bloqueo la pantalla y dejo el teléfono sobre la mesa. Este hombre me produce dolor de cabeza. Nos iba bien, nos llevábamos fenomenal y de la noche a la mañana se termina.

Miro la hora en el reloj de pared. Resoplo y me levanto. Tengo que regar el huerto de mi abuela. Desde que se fue me vine a vivir a su casa y dejé mi piso de alquiler. Necesitaba estar cerca de ella y de sus cosas. Sólo pensar que la casa poco a poco iría perdiendo su esencia, los recuerdos, que las paredes se llenarían de telas de araña y las humedades irían ganando terreno... Me partía el alma.

Las chicas han estado estas dos semanas muy pendiente de como me encontraba, no paraban de llamar, de mandar mensajes, de proponer planes, ellas son realmente mi ancla, mi fuerte ahora mismo.

En cuanto suena el despertador salto de la cama. Hoy comienza mi nuevo trabajo como socia del bufete. No sé en qué consiste exactamente, y aunque me gustaría rasgar por la mitad el contrato de Alaric, tengo que admitir que estoy emocionada.

No importa que él quiera hacerme creer que ha sido un regalo, los dos sabemos la verdad, y si no lo tenía claro, ya se lo dejé ayer en su despacho. No se con qué clase de mujeres ha estado Alaric, pero yo no soy del tipo que se deja pisotear. No lo he sido nunca y no voy a comenzar ahora.

Al llegar a la oficina descubro que mi secretaria ya está en la nueva planta y que lo ha preparado todo para que por la mañana mis cosas ya estuvieran listas. Adoro a esta mujer que me quita casi todos los quebraderos de cabeza, por lo menos los que tienen que ver con el trabajo.

- Muchas gracias, Nicole. Si me hubiera tenido que encargar yo, todavía estaría todo desordenado.

Sonríe mientras se coloca bien las gafas.

- No tiene importancia señorita Blake.copy right hot novel pub

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