Sometido en la misma posición Andy miró a Paola correr fuera del llano del río, Chris lo tiró al suelo por tercera vez para así correr detrás de su hermana. Fue cuando se vio solo en aquel lugar con Jay, quien estaba muy sereno aun en medio de aquella situación.
Intentó ponerse de pie aun con el dolor atravesando sus genitales golpeados por la punta de los zapatos de Paola.
Ni él mismo sabía por qué hizo aquello, no le interesaba lo que Paola hiciera de su vida, ya ni siquiera eran amigos. Dejaron de serlo cuando él aceptó casarse con Kenia. En realidad, jamás pensó que ese matrimonio fuera a realizarse, quizá en determinado momento lo quiso y estuvo de acuerdo con ello; pero ahora estaba fuera de control.
Se irguió y miró a Jay a los ojos, él era su mejor amigo de la adolescencia, fueron juntos a la secundaria.
¿Cómo puede ser que no conociera bien a Jay?
No sabía nada de su pasado, su proveniencia o cualquier cosa que indicara que era una persona en la que pudiera confiar. No obstante, en el pasado aquello no había importado, era su amigo sin importar lo que hubiera detrás de Jay.
¿Por qué de pronto parecía ser importante?
― ¿Tienes algo para decirme? ―preguntó Jay seriamente, cruzando sus brazos ante Andy, él lo vio con algo de recelo, su relación ya no era en nada parecida al pasado. Ni sus miradas, ni siquiera ante la simple presencia, lo que alguna vez los unía ya no existía; eso mismo los había separado.
―No te conozco; no tengo nada para decirte ―respondió siendo antipático, Jay rió con ironía al escucharlo.
¿En qué momento llegaron hasta aquella situación?
Dos mejores amigos enfrentándose cara a cara por lo que parecía ser el mismo interés, una chica, esa misma con la que crecieron, Paola.
―Tarde o temprano tendrás que admitirte a ti mismo que estás enamorado de ella; pero yo no dejaré que la lastimes más ―le enfrentó Jay.
― ¿A ver? ¿Qué es lo que piensas hacer? ―retó Andy.
Los brazos de Jay se relajaron y antes de que Andy pudiera darse cuenta un fuerte golpe en el pecho lo hizo volar en el aire hasta pegar contra uno de los árboles colindantes. Al caer al suelo y mirar la distancia a la cual lo lanzó se sorprendió, puede que fuera fuerte; pero aquello definitivamente era anormal.
― ¿Que rayos? ―se quejó más sorprendido que adolorido por el inmenso golpe que se llevó. Jay caminó lentamente hacía él, Andy empezó a patinar en el suelo húmedo intentando ponerse de pie.
Si, logró intimidarlo con un solo golpe.
No logró correr a tiempo como para que Jay no volviera a tomarlo, lo jaló de la camisa y con la misma mano que le lanzó por el aire lo levantó sobre su cabeza.
Andy estaba consciente de lo flaco que era; pero no de lo posible que era que él lo levantara como si de una pluma se tratara.
―Haré cualquier cosa para mantener a Paola lejos de esta Isla y lejos de ti ―dijo Jay, siendo prácticamente como una amenaza. Por ella, él era capaz de todo. A diferencia de Andy que la había traicionado cuando tenía todo en sus manos para hacerla feliz.
― ¿Quién demonios eres tú? ¡Sabía que tenías algo raro! ―acusó Andy, estaba totalmente convencido de aquel hecho ahora mucho más que nunca.copy right hot novel pub