Después de que el vampiro me atrapó, yo seguía sobre él, inmediatamente sabía que era hombre, debido a que estaba recargada en su pecho, extrañamente su corazón estaba latiendo, me detuve un momento a escuchar sus latidos, eran un tanto rápidos.

-¿Estas demente?- me dijo, después me quitó bruscamente de encima.

-Gracias- él se sentó, yo voltee a verlo bien, pero solo podía percibir los brillantes colores de sus alas, y sus ojos color amarillo con rojo; tratando de ver mejor recordé que podía ver de noche, así que enfoque mi vista y ahora estaba viendo como si la luz de la luna fuera deslumbrante.

-Realmente enloqueciste- se levantó y caminó un poco–creo que es por ahí-

-Espera- corrí hacia él – ¿me llevas de vuelta al castillo?- el frenó de forma repentina y abrió sus alas.

-Vuelve por donde viniste, y no te metas en problemas- su voz me parecía realmente conocida, sabía que la había escuchado antes, solo que no podía ver su rostro, el comenzó a volar.

-¡No sé volar!- grité tan rápido como pude, antes de que estuviese lo suficientemente lejos como para no escucharme; pasó un momento y no lo vi regresar, al parecer me dejó aquí; seguí caminando, pero en círculo, donde estaba; ni siquiera vi hacía donde queda el castillo, de nuevo perdida, quizá deba esperar a que amanezca; o puedo subir un árbol, ya que pude saltar muy alto ¡salté desde el tercer piso del castillo! Vaya no tengo ni un rasguño, no me siento cansada ¡realmente soy fabulosa! Mi sonrisa se desvaneció cuando algunos Deus comenzaron a rondar por donde estaba, en ese mismo instante el mismo chico bajó desde el cielo y me cargó entre sus brazos, alzando el vuelo de nuevo; ya en el cielo todo se veía tan lejano, tuve que sostenerlo con fuerza, temía caerme.

-Por favor dime que no eres Iliana- yo me sorprendí demasiado.

-¿Y qué si lo soy?- contesté sin mirarlo; cerré los ojos y apreté mi cara contra su pecho.

-Llegamos al castillo- el me bajó y lo miré un momento, que hermosos ojos, realmente brillan ¿los míos brillaran igual? A decir verdad es bastante guapo, sus pestañas largas resaltan más sus ojos, sus labios bien formados, su piel y sus cabellos claros, me parece que son color plata, bueno después de todo es un vampiro, lo miré por un momento, y él a mí, hasta que la persona que salvé vino a mi cabeza.

-¿Qué sucedió con el hombre?-

-Pudo escapar- me dijo sin dejar de mirarme a los ojos.

-¿Quién…? ¿Por qué?- él me miró un tanto confundido.

-Deberías entrar al castillo, es peligroso-

-¿Pero cómo es que?- yo seguía confundida, no podía formular una pregunta, tampoco acomodar mis ideas; el volteó la mirada al castillo.

-¿Esa es tu habitación?- señaló una ventana abierta.

-Sí-

-No debiste dejarla abierta, pudo haber entrado algo o alguien- me tomó de la cintura y me llevó a la habitación.

-Gracias- di una pausa esperando oír su nombre, sin embargo, caminó hacia la ventana y saltó, cuando corrí a ver si estaba bien ya no lo veía por ningún lado -¡aguarda, como que pudo escapar! ¿Tú lo viste?- nadie contestó, tuve que entrar y cerrar la ventana, jalé las cortinas para no ver nada de afuera y apagué la luz, me fui a la cama pensando en que si hubiese recordado desde antes la habilidad de ver en la noche habría podido ver totalmente a Evil.

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