Nael, estaba en su habitación sumido en su miseria, cuando la puerta de su habitación se abrió sin previo aviso.
-Quiero matarte, Jamal-Isabdiella estaba furiosa- te burlaste de Vanessa, vengo de sus aposentos y aunque intenta ser fuerte, lo que es bastante admirable, esta deshecha.
-Isa, necesito apoyo, por favor.
-¿Apoyar tu propia ruina?, ¿La infelicidad de Vanessa?
-Apoyo para sacar adelante a nuestro pais. Tu harías lo mismo si en tus manos estuviera el futuro de la nación- le recriminó.
-Pero yo no estoy enamorada- se ruborizó, al recordar sus fervientes besos con Drew- tú sí.
-No puedo renunciar al trono, no tengo a quien cederlo. ¿ O quieres que alguien extraño gobierne Norusakistan? ¿Alguien a quien quizás no le interese el pueblo?- pregunto angustiado.
-Por supuesto que no- dijo firme.
-Tu serías una excelente Reina, pero sabes que las leyes y costumbres más antiguas te impiden gobernar de manera directa. Si tan solo hubiese tenido un hermano- sollozó - o el tío, hubiese tenido un hijo, nada de esto estaría pasando. Le entregaría el trono en sus manos y me iría a Inglaterra junto a Vanessa, para adorarla como se merece. Nadie entiende mi enorme sacrificio; sacrifico mi vida, por mi pueblo.
-Aunque no lo creas, te entiendo Jamal, pero... ustedes se aman.
-¿Debo arruinar al país para mantener mi amor? -Isabdiella, guardó silencio. No podía responder aquella pregunta- no puedo ser tan egoísta. No puedo condenar así a mi pueblo.Tu mas que nadie sabe cuánto amo a Vanessa, pero tú más que nadie sabes cuánto amo este país, tú más que nadie sabes todo lo que me he esforzado para ser un Soberano digno.
-Lo sé - su tono se suavizó- pero... Jamal, la has hecho tu mujer.
-Eso es lo que más me atormenta- se pasó las desesperadas manos por el cabello- me entregó su ser, Isa. Me entregó su cuerpo sin reservas. Me entregó la posesión más preciada de una mujer y... juro que anhelo con mi alma responder como se merece pero...¡No puedo!... nadie entiende que no puedo hacer esto de manera distinta.
-¿Podrás soportar que ella este en brazos de alguien mas?... o mejor aún ¿Podrás tu, hacerle el amor a otra que no sea ella?
-Basta- gimió- basta de atormentarme. Me volveran loco... todos me juzgan, todos me señalan, todos me echan en cara mi decisión, pero nadie entiende lo que hago, ni mis razones. Nadie se pone en mi lugar.
-Yo intento hacerlo- decía Isabella quien entraba a la habitación- pero no me pidas que me quede de brazos cruzados al ver como arruinas tu vida y también la de Vanessa.
-Madre... no necesito mas juicios, necesito sentir que alguien puede comprenderme, que alguien entiende que hago lo mejor para todos.
-Nunca será bien recibida de mi parte- declaró - su capricho nos está costando mucho a todos. Te entiendo Nael y lo respeto, pero quiero que sepas que no tienes mi apoyo.
Vanessa, casi no pudo descansar, así que se levantó cuando el alba despuntaba, se sentía tan vacía, tan hueca...¿como podía haber cambiado todo de manera tan drástica? Hacía sólo un par de días, se sentía la mujer más feliz de todas; la más amada, la más consentida, la más dichosa. Ahora solo se sentía... vacía.copy right hot novel pub