Haleine, nunca había tenido tantos deseos de asesinar a alguien, su corazón latió con violencia a la vez que su pulso se aceleraba. La cara de su madre estaba enrojecida por la vergüenza, así como se había endurecido en rostro de su padre.
Esa estúpida rubia no arruinaría su boda.
-Así es señores- elevó su tono de voz- un matrimonio muy conveniente para ambas naciones, que mejor manera de estrechar lazos que mi ahora adorado esposo y yo unieramos nuestras vidas por el sagrado lazo del matrimonio. Repartan champagne para todos, que todos eleven su copa para acompañarnos en un brindis especial-y así se hizo- un brindis que marca una nueva vida para Nael y para mi, ademas de una nueva etapa para nuestros países. Después de todo- sonrió- no son tan malas las conveniencias en un matrimonio- los presentes comenzaron a asentir y Nael se sorprendió la facilidad con que Haleine manejaba y manipulaba las situaciones a su favor-¡Por la unión de Francia y Norusakistan!
-¡Por la unión de Francia y Norusakistan!- respondieron los presentes elevando sus copas para luego beber de ellas. Zahiry gimió enojada mientras su padre tiraba suavemente para hacerla bajar de la plataforma, para luego verla marcharse furiosa en dirección a sus aposentos. Haleine sonrió victoriosa.
La música comenzó nuevamente, mientras que los novios se paseaban entre los invitados, saludando y recibiendo las felicitaciones.
Vanessa, por su parte, en compañía de Zachary fue en busca de sus padres, ellos la miraron con un profundo dolor y aquello la enojo, no quería la lastima de nadie, ni siquiera la de sus padres.
-Mi amor...- comenzo su padre, pero ella le interrumpió.
-Guardaré la compostura pero, en dos horas volveré a Londres.
-Cariño- le dijo Suseth- sera muy tarde, lo mejor sera viajar mañana a primera hora.
-No me quedaré bajo el mismo techo en el cual Nael y esa, tendrán su noche de bodas... no puedo soportarlo.- Lágrimas descendieron por las mejillas de Vanessa. Zachary desvío la mirada al suelo, sólo esperando que en un futuro su amor fuese suficiente como para borrar toda esa tristeza de sus ojos.
-Pero...
-Ustedes pueden quedarse... yo me largo.
-Nos iremos todos- aseguró su padre.
La fiesta continuo con normalidad. Nael evitaba mirarla y Vanessa hacía lo mismo, era demasiado dolor como para ser disimulado.
Pasaron muchos minutos, se bebió algunas copas. Zac, había ido con Drew, estaba sola y se sentía más sola que nunca.
-¿No sabes que es de mala educación usar ese color en una boda?- le preguntaron con rencor.
-¿Tienes miedo a que te opaque?- se giró para reírse con malicia. Esos lindos, aunque fríos ojos, la miraron burlonamente.
-Para nada, es hasta chistoso ver como intentas llamar la atención a cualquier costo. Lo primero es que no debiste venir, ¿Qué pensabas?, ¿Que cuando te viera cambiaría de opinión? Segundo; tu misma te has sometido a esta humillación, debiste quedarte en tu adorada Londres y asumir que lo has perdido.
-Tu vida sera un infierno- le asegura- tu misma te has condenado.
-Si Claro- se burlo.
-Haleine, alguien influyente llegó a decir; "Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio"
-¿Piensas meterte en su cama, aún sabiendo que es un hombre casado?- sonrió- que poco te aprecias.
-Podría jugar tu mismo juego. Has escogido casarte aún sabiendo que por más que te duela, te enoje y te queme la piel, es a MI a quien ama.
-Escúchame bien, maldita mocosa- la miró con odio- te sugiero que te vayas y no vuelvas a pisar Norusakistan, las cosas han cambiado, ahora es mío, me pertenece y por tu bien debes mantenerte alejada de él... de nosotros- Vanessa, la miro sin inmutarse- soy capaz de todo, de absolutamente cualquier cosa por mantener a Nael a mi lado, no me robarás lo que he logrado.
-¿Cual es tu miedo?- se burlo- vendré a Norusakistan cada vez que quiera, lo veré y me verá, y mientras yo esté bajo este pecho tendrás que tener cuidado y vivirás la angustia de saber que ha corrido a mi lado. obtuviste lo que querías, un marido que te desprecia. Porque jamás te amará Haleine- LeBlanc- sonrió burlona- cuando estés con él en la cama, no podrá mirarte porque odiará que no sea yo quien esté en su cama, vivirás bajo la sombra de mi amor, con mi fantasma permanente entre Nael y tú. Porque si llegase a mirarte mientras te toma, debes recordar que no te ve a ti, que es a mí a quien imagina y hace el amor, que es mi cuerpo, mis caricias, mis labios lo que desea, y que desprecia el simple hecho de tener que mirarte. No te ama y no lo hará nunca.
-No me provoques, eres tú la que debe temer. Ahora soy la Princesa y futura Reina, mi palabra será ley, y si eso no llegara a ser suficiente; soy capaz de matarte con mis propias manos.
Sin darle oportunidad a responder se giró y se marchó. Vanessa mantuvo la vista fija en aquel montón de seda y encaje que se alejaba.
La vio llegar hasta donde estaba Nael. Él levanto su triste mirada hacia ella, sus ojos se encontraron entonces, Vanessa endureció su rostro, enarcó una ceja y luego desvío la mirada.
Era malo odiar pero, a ella la odiaba con todas sus fuerzas.
No esperaría dos horas, se marcharía en ese mismo instante.
Media hora mas tarde y luego de despedirse de Isabella, Ivette e Isabdiella; Zac, Vanessa, Suseth, Matt, ademas de, un frustrado y enojado Drew se marchaban de Palacio.
Vanessa, miró por el retrovisor como dejaba atrás Palacio. Sabia que allí quedaba parte de su familia pero, esperaba jamas volver a ese lugar.
Esperaba que Nael fuese feliz, aunque sabia que aquello sería imposible.
Una mano oprimió la suya con firmeza, se giro para encontrarse con los dulces ojos de su madre.
-Todo estara bien, Tesoro.- le sonrió con dulzura.
-¿Sí?- pregunto con ojos cristalizados y voz temblorosa.
-Si, mi amor. Tyu eres muy fuerte- le aseguró.
-No lo soy- contuvo un sollozo, pero a partir de hoy, lo seré.- prometió.
La fiesta continuó, Nael se sentía sumamente agotado, cansado de tanto sonreír falsamente mientras sentía que su alma estaba destrozada.
Le dolió saber que ella se había ido. Así, en silencio y sin despedirse, pero la comprendió; si todo aquello era doloroso para el, cuanto no más para ella.
Los presentes disfrutaban de todo. Haleine estaba siempre junto a el. ¿Sería malo descansar un poco?, ¿Desaparecer de la fiesta al menos por una hora?
El trío de franceses se alejo en busca de una copa, fue entonces que sus padres llegaron hasta ellos.
-¿Hasta cuando durara esto?- preguntó angustiado.
-Quizás un par de horas mas, ten paciencia Nael. - respondió Zabdiel.
-Deja de comportarte como si esto fuese tu funeral, cherie.
-Como si lo fuese? Haleine- dijo seriamente.
-Eres un grosero- respondió.
-Mi hijo es un caballero- dijo Isabella, mirándola directamente a los ojos- y no permito que ni tú, ni nadie lo ofenda. Se bien a quien he criado.
-Querida suegra- comenzó- ya soy oficialmente su nuera.
-No era, diría yo- le respondió con ironía- evidentemente no eras la mujer indicada para él. Yo eduqué a Nael para que fuese un buen esposo, sin importar con quien se casara, es una pena que tus padres no hayan hecho lo mismo. -Haleine, contrajo la mandíbula, para después formar una forzada sonrisa.
-Quizás no era, pero ahora lo soy. Por el bienestar de todos, será mejor limar asperezas. Sé que me aceptara cuando le de su primer nieto.copy right hot novel pub