Nael la contempló con el corazón latiendo a mil por hora. Estaba hermosa, su boca tan perfecta como la recordaba, su piel parecía suave, sus ojos aunque estaban muy abiertos por la sorpresa, reflejaban una recientemente adquirida madurez.
Ese hermoso vestido abrazándose en los lugares indicados, resaltando lo perfecto de su cuerpo.
-¡Alteza! - le había dicho. Intentó calmarse para no abalanzarse sobre ella y abrazarla, habían sido tantos años... tantos días anhelandola... tantas noches soñandola... la necesidad era demasiado grande, casi insoportable, tanto que dolía.
-¿Puedo pasar?- preguntó y Vanessa no respondió, estaba demasiado sorprendida con su visita. Demasiado preocupada por calmar los latidos de su corazón, que luego de detenerse empezó a latir rápidamente.
Nael, dio un paso al frente para entrar, entonces rápidamente cuatro hombres estuvieron detrás de el para imitarlo.
Vanessa, se sorprendió y dio un paso atrás.
¿Qué estaba sucediendo?
¿Escoltas?
Se preguntó mirándolos con preocupación.
-No hace falta, Mohamed- dijo Nael elevando su mano, para impedirles que siguieran avanzando.
-Pero, Majestad...- el hombre intentó disuadirlo.
-En esta casa, junto a ella estaré más seguro de lo que he estado en toda mi vida- aseguró.
-¿Majestad?- Vanessa no se recuperaba de un asombro cuando ya recibía otro.
-¿Está seguro?- volvió a preguntar un preocupado Mohamed.
-Completamente- aseguró Nael para luego girarse hacia Vanessa- es evidente que hay cosas que desconocemos el uno del otro. Hace poco más de un mes, mi padre ha dimitido, cediéndome así el trono de Norusakistan. Soy el nuevo Jeque, así que técnicamente he dejado de ser Su Alteza, para convertirme en Su Majestad.
-Felicidades- le dijo asombrada.
-¿Puedo pasar?- preguntó con ojos llenos de angustia.
-Supongo que sí, Excelencia. aunque temo que no hay mucho espacio aquí- se hizo a un lado para que pasara. Y así lo hizo, cerrando la puerta tras él. Vanessa lo contempló sin saber bien qué hacer- ¿Le ofrezco algo de beber?
-No hace falta Vanessa, estoy bien así.
-De acuerdo... bueno, creo que mis padres no se encuentran y...
-No he venido por ellos. He venido única y exclusivamente por ti.
-No lo comprendo- se cruzó de brazos-¿Porqué habría de abandonar su país, a su esposa, después de cuatro años para venir a verme?- Nael suspiró frustrado.
-Haleine y yo, ya no estamos juntos- declaró.
¿Ya no estaban juntos?
¿Que significaba?
-¿Qué quiere decir exactamente eso?- preguntó frunciendo el ceño.
-Literalmente lo que dije. No estamos juntos, nos hemos separado.
-Se supone que eso no es posible. En Norusakistan el divorcio no es permitido- dijo confundida.
-Así es. Han sucedido tantas cosas- se pasó las manos por el cabello- la pérdida de nuestro hijo la afectó demasiado, le hizo ver con mayor claridad todo. Sufrió fue muy infeliz.
-No fue la única que sufrió, nos hizo infeliz a todos- dijo secamente.
-Así es y lo comprendió. Perder a Namir, fue un golpe sumamente duro, entendió que jamás seríamos feliz juntos, llegamos al acuerdo de esperar dos años y al no tener herederos la separación era inminente.
-Siento mucho lo de tu hijo, creo que ningún madre o padre debería pasar por algo como eso- dijo con absoluta sinceridad.
-Fue una dura prueba. Helaine, se ha ido a Francia a ser feliz junto a Didier.
-Es tan estúpidamente caprichosa. Se enfrascó en separarnos, nos ha hecho a todos tan infelices, y ahora resulta que descubre su amor por Didier y se marchan para ser felices después de haber destruido la vida de todos- se cruzó de brazos- resulta muy cómodo para ella.
-Quizás... pero no vine a hablar de Haleine, sino de nosotros.
-No hay ningún nosotros, Excelencia- dijo amargamente- pensé que eso había quedado claro, usted decidió que fuese así.copy right hot novel pub