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(Recomendado) ATRACCIÓN ORIENTAL

CAPÍTULO 48

-No puedo creer que vayas a salir con él, después de todo lo que hizo- su hermano se cruzó de brazos y la miró enojado.

Vanessa terminó de colocar su labial y a través del espejo observó el reflejo de su hermano mayor. Drew, era su adoración, desde pequeña siempre lo había visto como una especie de héroe.

Comprendía que estuviera en desacuerdo con su decisión, si alguien lo lastimara terminaría detestandolo.

Ninguno estaban contento con la decisión que ella había tomado, y los comprendía, tenían miedo de que saliera lastimada nuevamente. Su madre, no paraba de gritar y quejarse. Su padre, se enojó y no dijo ni una palabra, solo la miró fijamente y sin emitir ningún sonido se giró marchándose a su habitación. Eso le había dolido sobremanera, sabía que ella era la luz de los ojos de su padre y saber que no contaba con su aprobación le rompía el corazón.

Drew, estaba furioso,se negaba a dejarla ir. No paraba de argumentar todos los motivos por los cuales debía mantenerse alejada de Nael. Todos le adoraban pero ninguno estaba dispuesto a que volvieran a lastimarla.

-No cambiaré mi decisión. Sé que me aman y desean lo mejor para mi, sé que están preocupados por mi bienestar y que sólo quieren verme bien pero, necesito esto...- dijo con desesperación buscando la comprensión de su hermano y mejor amigo, le dolía que todos pensaran que estaba cometiendo una tontería.

-¿Esto?.... mejor di que lo necesitas a él.-la miró con ojos entrecerrados.

-Lo necesito a él. ¿contento?- cerró su bolsa y se giró para enfrentar a su hermano.

-Te lastimó- alegó.

-Nos lastimamos, ambos fallamos Drew, sé que quieres protegerme mi amor pero, tenemos una pequeña oportunidad, nos necesitamos,nos amamos- le dijo firme.

-¿Así de fácil?

-Obviamente no se lo pondré tan fácil- le sonrió con dulzura- Pero, yo también fallé Drew, yo también he cometido errores, no soy ninguna santa, no soy la niña fragil que necesita ser protegida, no soy tan débil como todos creen, he crecido, he madurado, es hora de corregir todo este desastre y si aún se puede... ser felices. Me voy con Nael en cuanto llegue y ni tu, ni madre, es más, ni siquiera padre podrá impedirlo.

-Si no hay nada que padre pueda hacer- suspiró- quiere decir que nadie podrá.

-Exacto, mi amor- se puso de puntillas y le besó la mejilla- estaré bien, créeme.

El timbre anunció la llegada de un visitante, no tuvo que adivinar para saber que era él, su corazón comenzó a latir de prisa, sabiendo que allí estaba el hombre que siempre había amado. Se giró hacia el espejo y observó en aquel reflejo a sus ojos llenos de esperanza, luego se apresuró hacia la puerta, estaba justo en el umbral cuando escuchó la voz de su hermano.

-Sólo quiero que seas felíz, no quiero verte sufrir de nuevo Vane, no soportaría ver tus ojos llenos de tanta tristeza otra vez.

-Soy fuerte- le sonrió.

-Lo sé, pero siempre serás mi hermana pequeña y siempre voy a querer protegerte.

-Y te lo agradezco. Te amo, Drew.

-Yo te amo más- le arrojó un beso- dale un mensaje a su Excelencia- dijo sonriendo de lado- Son pocas las veces que se tienen segundas oportunidades, que no lo desaproveche.

-Se lo diré.

Cuando llegó a la sala, su madre estaba con la mano en el pomo de la puerta.

-Yo abro- dijo. Su madre la miró ceñuda, su padre quien estaba sentado en el sofá, giró la vista hacia ella pero, se mantuvo en absoluto silencio.

Al abrir la puerta, allí estaba él; con un hermoso traje oscuro, estaba más guapo que nunca, más maduro, más adulto, más... Nael.

-Excelencia- le saludó conteniendo una enorme sonrisa.

-Vanessa- le dijo sonriendo- ¿Lista para la mejor cita que has tenido?

-Eso no suena nada humilde de su parte, Majestad, pero sí, estoy lista.

-Buenas noches, tíos- saludó. Matt lo observaba impávido y Suseth con poco disimulado enojo.

No podía culparlos.

-Buenas noches- habló Matt por primera vez- espero un buen comportamiento de su parte Majestad. Puede usted ahora ser el Soberano de Norusakistan pero, si vuelve a fallarle a mi hija, está vez no estoy dispuesto a perdonarle y por más que ella lo exija, no me mantendré al margen.

-Es lo justo, tío.- Matt sólo asintió.

-Quedas advertido, Nael Mubarack.- dijo Suseth cruzandose de brazos.

-Quedo advertido- admitió- ¿Nos vamos?

-Si. Los amo- les dijo a sus padres.

-Te amamos- dijeron a coro.

Vanesa se sintió incómoda en todo el trayecto, no todos los días se viaja en una elegante limusina, Escoltada por cinco hombres que intimidaban a cualquiera.

-Tan hermosa como siempre- al escucharlo se giró hacia él y le sonrió sinceramente.- espero te guste el lugar- sus dedos se retorcieron nerviosos, aquello le pareció muy tierno a Vanessa, quien puso su mano sobre las de él.

-Estoy segura de que así será.- nunca podría saber que con tan sólo ese mínimo contacto, le había transmitido la tranquilidad que necesitaba. Luego ella retiró su mano y giró su rostro para observar la calle a través de las ventanillas.

Se sorprendió ante la elección de Nael, aquel restaurante estaba entre los tres mejores del país, si sola la fachada desprendía lujo y suma elegancia, así cruzó el umbral de la puerta; prendida del brazo de Nael, sintiéndose como en un sueño.

-Muy buenas noches- saludó la hermosa joven- les esperábamos. Todo ha sido preparado según su solicitud, Excelencia.

-Gracias.

-Siganme - el hermoso salón era majestuoso, lámparas relucientes y costosas,una manteleria exquisita, un par de meseros elegantemente vestidos.copy right hot novel pub

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