La alegría habia llegado para quedarse, y la absoluta felicidad que hacía mucho no era experimentada en el pueblo Norusakistano.
-¡Oh por Dios!- gimio Suseth sin poder contener las lágrimas que nacieron en su corazón, a reflejaron en sus ojos y libremente se deslizaron por sus mejillas.
-¡Alá bendito!- exclamó Ivette con una enorme sonrisa.
-Serás la reina más hermosa que haya tenido el pueblo- aseguró Isabella, acariciando los pliegues del hermoso e impoluto vestido anglosajón.
-Ese es un halago enorme tía, considerando tu indiscutible belleza- le devolvió la sonrisa- estoy tan feliz - su voz de quebró un poco- tan inmensamente feliz. Toda mi vida he esperado este momento- sus ojos se cristalizaron- los seres que amo acompañandome en la Unión al hombre que siempre he amado.
-¡Oh no, no,no!- intervino Zahiry- nada de lágrimas, arruinarás el maquillaje, no puede perderse todo el trabajo, llévamos todo el día en esto.
-Lo siento- se disculpó y sonrió enotmemente- son lágrimas de extrema felicidad.
-Jamal estará igual de feliz- aseguró Isabdiella- estoy tan feliz por ustedes.
-Es tanta dicha junta- dijo Vanessa.
-No menos de la que se mereces- aseguró Zashirah.
-¿Nervioso?- preguntó su padre.
-Ansioso, más bien- replicó con una sonrisa.
-¿Porqué habría de estar nervioso?- preguntó Zahir- esto es lo que ha estado esperando desde aquel día en que los encontré besándose en uno de los balcones.-Zabdiel, no dijo nada pero, miró a su hijo con una sonrisa.
-Esa tendencia tuya a siempre hablar de más, querido tío.
-No siempre. Si hubiese dicho eso hace algunos años, está boda ya se habría celebrado hace mucho.
-No más de charlas - intervino Zabdiel- es hora de ir al gran salón. La hora de tu unión se acerca, hijo mío. - caminó hasta Nael y le dio un enorme abrazo, estrechándola con amor- Estoy tan orgulloso de ti, Nael- le dijo- sabes que eres mi orgullo pero hoy lo recalco con absoluta felicidad. Eres el mejor de los hijos, de los hombres y eres un magnífico soberano. Te amo mucho hijo, más de lo que nunca he dicho.
-Gracias, padre- le dijo con voz emotiva mientras le daba un fuerte abrazo- toda mi vida me he esforzado por no defraudarte, eres mi mayor ejemplo, mi modelo a seguir.
-Tú- eres mucho mejor que yo- le sonrió- mucho, mucho mejor, me he esforzado por esta nación para que fuese un país seguro, bueno y próspero para los seres que amo.
-Lo has hecho magníficamente.
-Y sé que tu seguirás con ese legado, hijo mío.
-Al gran salón - les interrumpió Zahir- no debemos hacer esperar a las damas.
La música resonaba en el gran salón, inundando de un alegre ambiente a todos los presentes.
Nael no podía estar más feliz. Veía a Vanessa mientras las mujeres de su familia decoraban sus manos y pies con la henna, ella sonreía y desbordaba felicidad por cada poro de su ser, ella lo miraba y sonreía mientras arrojaba besos en su dirección.
Él la contemplaba, admirando su enorme belleza, su dulzura y felicidad. Sin duda alguna, Alá le había seleccionado para darle las bendiciones más grandes y bonitas.
Nunca pensó que se podía ser tan feliz en la vida. Norusakistan crecía cada día más, él gobernaba con amor y respeto intentando siempre ser justo y bondadoso, pensando siempre en el beneficio de su pueblo.
Ahora Vanessa gobernaría junto a él y sin lugar a duda sería una excelente soberana, tal como lo fuese su abuela y su propia madre.
Llegó el momento de ir al centro del gran salón.
-Luce usted maravillosamente, Excelencia.
-¿Y que decir de usted?- le sonrió- Jamás he visto mujer más hermosa.
-Es la felicidad, Majestad- Nael la tomoy de la mano y la guió al centro donde esperaba una enorme mesa de roble, sobre ella, un plato de oro con dos dátiles, tres copas, una contenía miel y las otras dos; leche líquida, además de eso había un hermoso cojín dorado con blanco y bordes azules que contenía dos arcillas de oro. De aquella manera honrraban costumbres Norusakistanas y Anglosajonas.
Se ubicaron frente a la mesa, ella con su enorme vestido blanco y él con su inmensa felicidad.
-Vanessa- la miró directamente a los ojos- eres... - Su voz se quebró- todo lo que amo, le agradezco inmensamente a Alá la dicha de tenerte aquí y que hoy te conviertas en mi esposa. Soy tuyo en cuerpo y alma, hasta el último de mis respiros te pertenece, prometo cuidarte y protegerte, prometo hacerte feliz cada mañana, vivir para verte sonreír, enamorarte cada día. Te amo más de lo que pueda explicar, mi amor.copy right hot novel pub