Modo oscuro
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Smookers and Lighters

Capitulo 16 parte 1

Salir de cuarentena me había hecho recuperar el ánimo. Sentía que podía enfrentarme a cualquiera de no ser por la promesa que le hice a Mells de controlarme a mí misma.

Justo ahora iba de camino a verla en una de sus guardias para que me diera el alta. Estaba ansiosa por ello.

Doblé en uno de los pasillos del piso de Enfermería e investigación y me topé de frente con una pelinegra de semblante decaído. Hacía varios días que no la veía, no desde haberle gritado que diera su 1000% en la misión.

Xoé me observó con sorpresa, casi como si fuera acorralada por un depredador.

- ¿Qué haces aquí? – le pregunté, observando el mismo juego de pantalones y camisa blanca que vestía. – ¿pensé que te habías ido de cacería con los muchachos?

Negó con la cabeza, balanceando su brillante melena negra a ambos lados.

- ¿Recuerdas que todavía soy humana? Mells me puso en cuarentena hasta asegurar que no portaba el virus. – dijo sin atreverse a mirarme a los ojos.

- Tu… ¿Estás bien? - le pregunté, mirándola de pies a cabeza, observando el leve rubor en sus mejillas y las sombras oscuras bajo sus ojos. Además de ello se veía en buen estado.

Se encogió de hombros, haciéndose a un lado para no interferir con el tráfico de personas que a esta hora de la mañana abarrotaba el piso.

- No fui infectada, pero no puedo decir que no le di un susto de muerte a Mells cuando se enteró que había tenido contacto directo con un infectado. Se supone que yo sirvo en la última línea o que soy un refuerzo, no una guardián.

- Pff, tonterías. Así no llegaras a ningún lado, corres el mismo peligro estando en la primera o la última línea. – dije haciéndole señas para que me acompañara mientras seguíamos hablando. – ¿pensé que era tu meta convertirte en Smooker?

- No llegaré muy lejos si no presento una carta que valide mi salud integral y se hace cada vez más difícil cuando veo todos los demás requisitos. – dijo caminando a mi lado con paso derrotado.

Guardamos silencio por un largo tramo mientras intentábamos descubrir en que sala se encontraba Mells.

- Nunca te di las gracias por ayudarme en esa loca idea.

Xoé me miró de reojo y sabía que había dado en el clavo de por qué no me hablaba. – fuiste más valiente de lo que esperaba.

- ¿En serio no me crees una maldita cobarde por mi actitud en la misión?

- Pues, al menos no una maldita. -La observe de reojo mirarme con seriedad antes de sonreír contenta.

- Mells me está dando algo para proteger mis pulmones, dice que estaría lista para la próxima misión.

- tómatelo con calma, primero tengo que ayudarte a mejorar tu tiro. – dije sorprendiéndome hasta a mí misma. Al parecer si pensaba cumplir mi promesa después de todo.

- Oye, ¿has visto a la doctora Mells? – le pregunto Xoé a un enfermero que pasaba. – ca-bello corto rubio, Lighters.

El chico nos señaló el camino y nos apresuramos a ir, mientras escuchaba como había sido el en-cierro para ella. No había sido la única que se trepaba por las paredes, enloquecida por salir.

- Hey, te quería preguntar…- no tuvo tiempo de terminar cuando un chico nos empujó fuera de su camino tambaleándose de un lado a otro alertando a todos alrededor.

El chico se detuvo a unos cuantos pasos detrás de nosotras y empezó a removerse como si tuviera algo encima mientras gritaba como loco.

Xoe se puso detrás de mí mientras todo mantenía su distancia del chico que seguía con su frenesí hasta que cayó al suelo sin dejar de removerse.

- ¡Quítenmelo! ¡Quítenmelo! ¡Quítenmelo! – el chico lloraba mientras se removía en el suelo como si estuviera envuelto en llamas, y se hizo peor cuando vimos como de sus ojos brotaban dos finas líneas de sangre y su cara empezaba a tornarse rojas, con algo de salpullido.

- Todo el mundo abandone el pasillo y traigan a un guardián. – gritó alguien del otro lado, haciendo a todo el mundo retroceder. Xoé trató de empujarme para que nos alejáramos del muchacho pero no podía hacerlo, tenía los pies plantados en el lugar viendo al chico gritar de dolor.

Me solté de Xoé y me acerqué un poco al muchacho, que a pesar de estar como enloquecido no parecía presentar una amenaza a todos los demás. Al menos no se veía con intención de saltarle el cuello a alguien, esto más bien se veía como algo más.

Observé su rostro ensangrentado y brotado como si de una alergia se tratara, no los síntomas comunes para alguien infectado.

- Por favor por favor… - susurro en un murmullo casi entendible. Me puse a la altura de sus ojos y lo tomé por las solapas de su chaqueta azul mientras trataba de hacer que reaccionara.

- Traigan a un doctor ahora. – dije, temiendo que no fuera lo suficientemente fuerte. Levanté la miraba hacia el personal frente a nosotros y les grité más violentamente. – ¡Ahora!

Hice que el chico se recostara sobre el piso y puse mis manos sobre su pecho manteniéndolo en esa posición mientras llegaba alguien a auxiliarlo. Temblaba violentamente como si estuviera convulsionando. No había forma en que pudiera ayudarlo, pero tenía que tratar de mantenerlo abajo hasta que acabara. Un par de personas vestidas con batas blancas llegaron hacia donde nos encontrábamos y empezaron a atenderlo, no sin un poco de reticencia y tratando de mantener su distancia del rostro del chico, donde seguía y seguía brotando la sangre como si todo su organismo por dentro estuviera explotando.

- ¿Qué le pasó? – preguntó un hombre moreno de ojos claros mientras que con la ayuda del otro muchacho a su lado le quitaba la chaqueta al muchacho.

- Creo… creo que está teniendo una reacción alergia al gen Lighters. – dije observando como el muchacho se quedaba solo en una fina franelilla que revelada la piel enrojecida y con las venas sobresalidas por todo el torso y brazos. El muchacho dio un grito fuerte que nos desubico a todos mientras trataba de liberarse con aun más fuerza de nuestro agarre.

Como pudieron el doctor y el enfermero trataron de controlarlo y me hice a un lado, dejándoles espacio para que trabajaran.

Unos segundos más tardes les llegó una camilla en donde lo subieron con cuidado de que no se cayera de nuevo al piso y se lo llevaron con rapidez pasillo arriba intentando pasar el tumulto de personas que veían desde una prudente distancia y varios

Guardias vestidos de azules con el arma a su alcance por si las cosas se salían de control.

Intenté caminar en esa dirección pero una mano sobre mi brazo me retuvo en mi lugar.

- ¿Qué haces? Tienes que desinfectarte ahora. – Xoé se puso a un lado de mí, lo suficiente retirada para darme cuenta que no quería infectarse también. Observé mis manos manchadas un poco de sangre e impregnada del sudor del muchacho.

No era peligroso pero tampoco algo que quisiera llevar encima.

Le dejé que me guiara a una pequeña enfermería en silencio y como pudimos encontramos un fregadero y limpie mis manos y antebrazos hasta que la piel se enrojeció.

- ¿Que fue todo eso? ¿Cómo pudiste acercarte? – me preguntó/reclamó Xoé mientras cerraba el grifo y limpiaba mis manos con una toalla, aun así no podía sacar de mi cabeza el aspecto del muchacho. – nunca había visto un tipo de infección de ese tipo, que horrible.copy right hot novel pub

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