- ¿Por qué siempre te ves tan enojaba frente a Lykar? – preguntó sentándome frente a mí y mirándome con confusión.

Suspiré pesadamente y me acomodé mejor antes de responderle.

- Él hace mi vida difícil. – dije pasando una mano por el gorro que me había colocado para desviar la atención de mi fenomenal corte de pelo.

- Wow, hay mucho odio allí. Solo llévalo con calma, el tipo a veces se cree Dios. – dijo acomodándose en su asiento y cruzándose de brazos. Asentí dándole la razón y estuvimos en silencio unos minutos hasta que preguntó. – y dime, ¿qué hago aquí además de sentir el profundo odio que tiene hacia nuestro mentor?

No lo había dicho de mala gana pero toda sonrisa se borró de su rostro, optando por una expresión cautelosa. Me había acordado que no quedamos en un buen término la última vez y tal vez, solo tal vez, me odiara por como dirigí la última misión

- Pensaba pagar por tu almuerzo y pedirte disculpas por mi actitud grosera contigo últimamente.

- Mmm bueno esperaré por las disculpas primero. – dijo con los brazos cruzados acomodándose mejor en su asiento.

- el almuerzo es la disculpa. – aclaré, manteniéndome inflexible. Mi válvula de sentimientos se encontraba cerrada por los momentos.

Me mantuvo la miraba unos segundos tratando de entender si era una broma o no hasta que suspiro decepcionado.

- Sí, yo decía que era muy bueno para ser verdad. – dijo poniéndose de pie y esperando que lo acompañara.

Pedimos su comida, un exagerado plato doble de carbohidratos que estaba segura que no podía acabar más tres acompañamientos, dos bebidas y algún postre que solo conseguía los de alto nivel y que cargó todo a la tarjeta de crédito que nos dio la Delief.

Había gastado lo mismo en una comida de lo que gasté en una semana. Pero no me quejé mientras que lo acompañaba de regreso a la mesa con su comida y un vaso de jugo para mí.

- Nunca dije que te saldría barato. Mi amistad tiene un precio alto. – se encogió de hombros haciendo malabares para dejar su plato sobre la mesa. Tomé el lado opuesto mientras lo veía atacarla sin reparos.

- No te juzgo, se ve que tuvieron una mala semana y no termina. – dije con la vista clavada en mi vaso. – ¿qué fue lo que hizo Mark para que Lykar lo mirara como si fuera su bebé?

Ferz resopló mientras ingería una absurda cantidad de pasta y carne. Estaba a punto de decirle que tuviera cuidado de que no se ahogara cuando tomó un gran sorbo de su bebida quitándole la tapa al vaso para que no le estorbara antes de poder responderme.

- El hombre se llevó por delante a un escuadrón nuevo que venía de la academia Lighters y literal hizo el trabajo de 3 hombres. No se detuvo hasta que estaba en el límite y su límite muchas veces son 17 horas de trabajo seguido. Es su manera de afrontar el fracaso. Ten-go un video, ¿quieres verlo? – dijo sacando del bolsillo de su chaqueta su Tablet y abriendo el video para mi antes de ofrecérmela.

Abrí el video y aunque estaba en una mala calidad por la noche cerrada en que se encontraba, entre los destellos de algunas explosiones y luces y el montón de cuerpos yendo y viniendo vi a un soldado sobresaltar sobre todos, no podía más que impresionarme como Mark sacaba todo de su camino rompiendo la desastrosa línea de Rousker y avanzando con pura fuerza bruta y la artillería de buena gama que llevaba encima. El video duraba unos quince minutos y no le quité el ojo de encima mientras veía todo el espectáculo frente a mí. Más de una vez su flanco izquierdo quedaba al descubierto, siendo expuesto a los Rousker que lo rodeaba pero todas las veces se la libró con suficiente destreza. La expresión en su rostro era muerte pura, descargando toda su ira a lo que se moviera en su camino.

Como guardián era bueno, digamos que algo sobresaliente, pero no el mejor, y tampoco imaginaba que el mejor de los líderes.

Y no era mi orgullo el que hablaba.

Podría llegar a serlo, toda esa energía podía prestarse a algo más pero le faltaba….Dirección.

- ¿Qué tanto piensas? – preguntó Ferz luego de un rato de estar en silencio reflexionando con la miraba fija en la pantalla en negro.

Suspiré de nuevo y levanté la miraba para verle terminar con su plato y avanzar hacia su postre ahora con más lentitud, la expresión en su rostro había cambio, como adquirido más color y ali-vio.

- Pienso en que Mark podría ser mucho mejor líder si se concentra en entrenarse más él y menos en entrenarlos a ustedes.

- Mmm vale, te escucho. – me sobresalté pero mi sorpresa se volvió menos cuando vi a Nick sentarse en nuestra mesa, con la vista fija sobre mí. De cerca parecía menos que amable y cansando. También se veía algo sucio, con polvo negro cubriendo su cabello haciéndolo un tono más oscuro y debajo de las uñas que normalmente llevaba limpia.

- Pensé que estos días suavizarían ese lado tuyo que se cree mejor que los demás pero veo que necesita más que eso. – dijo alargando su mano y tomando mi vaso casi intacto. Le quitó la tapa y se tomó casi todo el contenido de un solo golpe.

- Creo que el agua y el jabón podría ayudarte a quitar un poco más que todo ese polvo y suciedad, deberías de intentarlo. – me miró con lo que yo describiría una miraba asesina, y sin idea alguna de por qué miro a Ferz de la misma manera.

- ¿Que? – le preguntó Ferz retrocediendo un poco de su contacto.

- No tenemos tiempo para hacer amigos, tratemos de descansar todo lo posible para esta tarde. No quiero que todo se estropeé y tengamos otra guardia como aquella. – aclaró echándose hacia atrás en su asiento y estirando las piernas.

- Está molesto por que, como siempre, Mark se llevó todo el crédito y no ha dormido más que un par de horas. – se disculpó Ferz conmigo ofreciéndole de su postre, lo que no le hizo mucha gracia de igual forma a Nick.

- Pueden utilizar mi habitación, yo estaré con Xoé en el gimnasio hasta que llore de la frustración de todas maneras. – dije encogiéndome de hombros. – solo no hagan nada raro y dejen todo limpio cuando terminen.

Fue el turno de ambos mirarme con el ceño fruncido y una mezcla de asco que hizo que me divirtiera más de lo que les temía.copy right hot novel pub