Violet
Miro la habitación ridículamente grande que me han dado, bueno, mejor dicho en la que me han encerrado por si quiero escapar.
Esto es un asco.
Estaré aquí perdiendo el tiempo hasta quien sabe cuándo y tengo que buscar a mi manada.
«Tranquila, saldremos de aquí»
Habla mi loba.
«Hasta que al fin apareces ya me estaba preguntando si me habías abandonado»
«No digas tonterías, estoy dentro de ti no puedo abandonarte»
Responde haciéndome rodar los ojos.
Miro a mí alrededor algo que pueda servirme para escapar pero no veo nada más que la cama, dos mesas de noche, una lámpara, y una pequeña estantería de libros.
Libros.
Mis ojos se iluminan y sin pensarlo dos veces me dirijo a la librería, curiosa tomo el libro de "orgullo y prejuicio"
Y levanto una ceja con curiosidad, ¿qué hacen este tipo de libros en este castillo?
Dejo el libro sobre una pequeña mesa que está justo al lado de la estantería y estiro mi mano para tomar otro libro pero este esta atorado.
Lo tomo con un poco más de fuerza y escucho un pequeño clic que hace que la estantería se eche hacia adelante como si fuera a caerse.
Me aparto algo asustada pero al ver lo que revela abro mis ojos sorprendida, el librero se abrió dando paso a un pequeño cuarto, con libros, cuadros y una que otra caja, me adentro sin hacer ruido y constatando que la puerta no vaya a cerrarse.
Lo primero que mis ojos captan es la gran pintura de una hermosa mujer rubia, sus ojos rojos llaman la atención, su rostro en hermoso, todo una Reina.
Reina...
Eso es, escuche que antes que el Rey tomará el trono hubo una Reina.
Qué triste que falleciera.
Este es un psicópata.
Miro bien la pintura y luego alrededor hay varias cajas pero una en especial me llama la atención.
En la parte superior tiene escrito:
"Regina"
Paso mis manos por la caja de madera que parece muy antigua, la abro con curiosidad viendo un llamativo collar, este tiene forma de una llama de fuego.
En la parte de atrás tiene las iniciales:
M.D. R. S
Frunzo el ceño extrañada y miro la caja buscando algo más que me dé una explicación.
Miro en el interior de la caja y sólo hay una pequeña hoja, la tomo entre mis manos y abro con cuidado, se nota que tiene muchos años, tiene un color amarillo que la hace ver muy antigua.
"Espero este collar no caiga en manos equivocadas, este contiene una porción de mi poder, es peligroso, pero también poderoso en partes iguales,úsalo con sabiduría."
Atte: La reina Regina Smith.
Parpadeo confundida pero escucho un ruido en la puerta alertándome, el pánico me embarga y tomo el collar en mis manos guardándolo en mi bolsillo, salgo del pequeño "cuarto"
Que parecía más un armario, y cierro rápidamente la puerta sin hacer ningún ruido me giro quedando de espaldas para disimular.
— ¿Qué haces? — pregunta la voz grave del vampiro que me tiene secuestrada.
Paso mis manos por mi espalda en un gesto nervioso y me giro mirándolo indiferente.
— Sólo veo los libros, que curioso que sólo tengas novelas románticas. — digo encogiéndome de hombros.
El rueda los ojos y se queda viendo el librero.
Que no se dé cuenta, que no se dé cuenta.
Pienso mientras veo como dirige su mirada a mí.
— No son míos, son de la difunta reina. — explica haciéndome una seña de que lo siga.
¿Tan difícil es hablar?
Hago lo que me indica y caminamos por los pasillos en dirección a quien sabe dónde.
Miro como los guardias parados en cada lugar del castillo bajan la cabeza hacia el Rey, pero sus miradas reflejan todo el desprecio que sienten por él.
No los culpo. Ni yo lo aguanto.
Llegamos a un comedor extenso donde el Rey se para en una silla quitándola para mí, lo miro mal y me siento sin rechistar. Después de todo, no quiero seguir tentando a la muerte.
Este se sienta a la cabeza y veo que truena los dedos haciendo que varias chicas vengan con una copa y un plato.
Claro, sangre.
El olor de la sangre se impregna por mis fosas nasales, hago una mueca de asco que no pasa desapercibida por el vampiro, quien sonríe mirándome fijamente.
— Imagino que debes tener hambre.
Dice.
Imagina bien, estoy muriendo de hambre.
— Puedo aguantar, pero ya que insistes. — respondo con una sonrisa falsa.
Este desvía la mirada cabreado y hace que pongan el plato frente a mí, el olor que desprende es delicioso así que sin esperar mucho tiempo más empiezo a comer.
Mmm, que delicia.
Pienso y escucho una risa estridente.
Miro al inútil frente a mí y este intenta reprimir su risa.
— ¿Y tú de que te ríes? — pregunto con el ceño fruncido.
— De ti. — responde.
Ruedo los ojos fastidiada.
Lo que me faltaba, que se burlara de mí.
Sigo comiendo sin prestarle atención.
Luego de terminar me levanto junto a él, lo sigo y el abre la puerta delantera del Palacio.
— ¿A dónde vamos? — pregunto confundida.
— A dar un paseo. — responde.copy right hot novel pub