Violet.
Meto la mano en mi bolsillo palpando el collar de Regina, suspiro al comprobar que no se ha caído.
Llegamos a la mansión y vamos al comedor, estuvimos un rato nada más afuera, ya tengo un día aquí, desde la noche de ayer, mentiría si dijera que no extraño a Kale.
Suspiro y me siento al lado de Héctor quien mira con atención mis expresiones.
— ¿No tienes familia? — pregunto algo aburrida.
— No, sólo tengo un amigo, León. — dice y casualmente un chico de cabello rubio entra con la cabeza baja
— Majestad. — dice este mirando con miedo a Héctor.
— León, que bueno que llegas, siéntate. — dice y este obedece.
— Esta es...?— pregunta León a Hector.
— Ella es la Luna de la manada Black Moon. — dice y este abre mucho los ojos.
— La Luna... Creí que usted... — empieza el sin mirarlo.
— ¿Que iba a matarla? Era el plan pero he cambiado de opinión. — dice Héctor bebiendo de su copa.
León me mira extrañado y me examina con la mirada, tratando de ver más allá de mi seria expresión.
«El rey nunca ha perdonado a nadie, tienes suerte»
Escucho una voz en mi mente, extrañada miro a León quien me da una rápida mirada para luego abandonar la estancia.
— Tengo sueño. — digo como niña mimada para irritar al vampiro a mi lado. Este rueda los ojos.
— ¿Qué quieres que yo haga? Vete a dormir. — dice levantándose y yéndose.
Que antipático.
Regreso a la habitación que me dieron, y sacó el collar de la difunta.
Me lo pongo con cuidado y veo una luz roja y azul saliendo de él, mi cuerpo se llena de energía, confundiéndome.
Me lo quito rápidamente y la luz desaparece.
Suspiro aliviada y lo meto otra vez en mi bolsillo.
Tengo que dormir, y ver cómo escapar de aquí.
(...)
Me despierto por un estridente ruido, abro los ojos de golpe y el característico olor de los lobos llega a mí con potencia, me levanto rápidamente y miro por la ventana, logro ver lobos atacando el Reino, y más que nada el castillo.
El olor del único vampiro que quiero con todo mi corazón llega a mis fosas nasales llenándome de esperanza, la puerta es abierta y un Sandler aliviado entra por allí.
— ¡Sandler! — chilló lanzándome a sus brazos.
— Willow, hay que irnos — dice cargándome.
Me aferro a él y salimos por la ventana, en cuestión de segundos ya estamos corriendo por el bosque con los lobos.
Olfateo el ambiente en busca del olor de mi lobo pero no lo encuentro, entonces la preocupación me embarga.
— ¿Donde esta Kale? — pregunto
Sandler me mira dudoso y suspira.
— El... No vino, envío a su beta a buscarte. — afirma y yo siento una punzada en mi pecho.
¿No vino?
— ¿Sabes porque no vino? — pregunto apretando los labios y evitando sentirme mal, seguro tuvo un percance.
— Lo sé, pero no voy a decírtelo. — dice.
Bufo enojada.
— Sandler necesito saber si algo pasó.
Respondo.
— Prefiero que lo sepas por tu cuenta Willow, no quiero que creas que soy un estúpido ardido, talvez ni me creas. — dice parando un momento para verme a los ojos, ya perdimos el reino vampírico. Pero aún estamos muy lejos de la manada.
— Te creeré, lo prometo. — afirmo haciendo que el suelte un suspiro.
— Cuando me llamaron a la casa del Alfa, fui y allí estaba una chica pelirroja, no se quién era pero el Alfa estaba algo distraído con ella y tenía prisa de que nos fuéramos a buscarte.
Explica y yo siento una fuerte punzada en mi pecho, un dolor insoportable que me hace cerrar los ojos.
— ¡Willow! ¿Qué tienes? — pregunta preocupado.
— No lo sé...copy right hot novel pub