Violet

Me despierto temprano como siempre y tomó mi bolso, salgo de mi habitación y miro el collar de Regina, dudo un poco pero finalmente decido ponérmelo. Al hacerlo empiezan a salir varias luces, divididas, una de color rojo fuego, una azul, y otra de color morado. Siento algo raro en mis ojos y una extraña energía empieza a pasar por todo mi cuerpo, abro los ojos al escuchar la voz de Sandler.

— ¿Willow? ¿Qué tienes? — dice Sandler preocupado, este me ve a los ojos y los abre como platos frunzo el ceño y parpadeo.

— Si... Estoy bien sólo... Déjame contarte. — digo y el no deja de ver mis ojos.

Le cuento todo lo referente al collar y el asiente comprendiendo todo.

— Ahora entiendo lo de tus ojos. — dice el suspirando.

— ¿Que? ¿Que tienen mis ojos? — pregunto preocupada. El me pasa su celular con la cámara y al mirarme dejo caer el teléfono.

Mis ojos... Están rojos... ¿Qué rayos?

— Debe ser por el dichoso poder de la difunta reina, creo que si te lo quitas o sacas tu propio poder tus ojos volverán a la normalidad. — dice el algo dudoso. Intento encontrar mi poder, pienso en el hielo, y este empieza a salir de mis manos.

— ¿Ya? — pregunto y este asiente. Suspiro aliviada y miro a mi madre que sale de su habitación.

— ¿Ya están listos? — pregunta. Asiento.

— les daré el desayuno y... hija, ¿Sabes que aquí en la manada pueden haber integrantes de la tuya? — pregunta mi madre, asiento pensativa.

— En el libro de la manada dice que si aúllo, sólo lo entenderán los miembros y descendientes de mi manada, así que eso haré. — afirmo segura. Mi madre nos da dos platos llenos de comida, nosotros los tomamos y comemos rápidamente hablando con mi madre.

Llegó la hora de irnos así que nos despedimos de todos, prometiendo visitarlos.

Caminamos en silencio hasta los límites de la manada donde ya Zahira nos espera.

— Buenos días — digo abrazándola.

— Buenos días Violet. — responde ella bostezando.

— ¿Cómo sabrás si hay alguien de tu manada aquí? — pregunta confundida.

— Ya verás. — digo y empiezo a quitarme la ropa, Zahira tapa rápidamente los ojos de Sandler y yo suelto una carcajada.

Como si nunca me hubiera visto en ropa interior.

Él y yo tenemos una confianza muy grande.

Cierro los ojos y en cuestión de segundos ya me encuentro en cuatro patas blancas.

«Déjamelo a mi»

Dice Via. Le cedo el control y ella aúlla al instante.

Miro a los chicos que esperan expectante algún cambio.

Mi loba vuelve a aullar y luego de 5 minutos 20 lobos aparecen frente a nosotros.

Todos me miran y bajan la cabeza y orejas en señal de respeto y sumisión a su Alfa.

Mi loba y yo damos la indicaciones de que iremos a buscar en cada manada a los demás miembros de la nuestra, ellos de acuerdo y sin ningún problema prometen lealtad.

Veo como Zahira se convierte en una bella loba color cobrizo.

Doy la señal y todos los lobos junto con Sandler que va a nuestro lado, empezamos nuestro camino a la manada más cercana que queda a una hora de aquí.

(...)

La manada Luna de plata es algo grande, no tanto como Blue Moon pero es grande. Estamos en la entrada y los guardias nos miran en alerta. Tomo mi bolso de las manos de Sandler y me voy detrás de un árbol.

Me cambio rápidamente y me pongo al frente de los lobos que no han vuelto a su forma humana, así es mejor.

— ¿Que quiere? — pregunta uno de ellos.

— Quiero hablar con su Alfa. — digo

— El Alfa no tiene tiempo que perder.

Responde el otro cortante.copy right hot novel pub