Desde que mis hijos han entrado a clases, no es necesario centrarme tanto en ellos, por ende, puedo trabajar con total seguridad, sé que ellos estarán bien, sobre todo porque Jack los inscribió en un establecimiento privado donde la seguridad es fundamental, ya que hay niños de sujetos importantes.

Por otra parte, Titán es su "guardaespaldas" por lo que se encarga de recoger a los niños, tanto a mis hijos, como a Isabel, quien a veces suele venir de visita para jugar con mis hijos, normalmente suelen ser muy revoltosos, así que cuando están los tres, debo estar siguiéndolos constantemente para que no salgan a jugar cerca de la piscina, ya que le sacamos el sistema de protección de la piscina. Ellos ya tienen cinco años, saben perfectamente que no deben jugar cerca, pero como son muy revoltosos suelen correr por todos lados.

Hoy mi pequeña me pidió autorización para quedarse en casa de su prima, eventualmente no vi necesario consultarlo con Jack, después de todo, estará en un sitio seguro, además Isabel es su ahijada, por tanto, la autoricé y, por ende, no regresó a casa con su hermano.

Yo estaba revisando unas evaluaciones en el salón de casa cuando escuché a Titán decirme un "Desde ya digo que, tu hijo me obligó" por lo que confundido miré a mi hijo quien cargaba a un pequeño cachorro de pelaje blanco, debo reconocer que era muy lindo, aunque estaba bastante sucio y mi adorado hijo también lo estaba.

–Hijo– lo nombré.

–Papá– me nombró dejando al cachorro en la alfombra.

–Sabes que a tu padre no le gustan las mascotas ¿verdad? –le pregunté.

–Lo sé– me respondió– pero lo abandonaron, lo vimos de camino a casa saliendo de una bolsa de basura– agregó.

–Hijo, no debes convencerme a mí, si fuera por mí, puedes quedártelo, pero tenemos que convencer a tu padre– le aseguré.

–¿Me ayudarás? –me preguntó– prometo cuidarlo.

–Bueno, pero antes debemos lavarlo, no vamos a convencer a tu padre si está así de sucio– le respondí.

Chris me miró con una gran sonrisa, este corrió rápidamente al segundo nivel con el cachorro en sus manos para ducharlo mientras le decía a Titán que trajera unas cosas, yo no sabía de qué hablaban hasta que Titán regresó al auto a buscar una bolsa con cosas para perro, le compraron una correa, unos juguetes, una camita, shampoo para perro, entre otras cosas.

Cuando pregunté, Titán me dijo que Chris le había ordenado comprar todo eso, de hecho, me repitió las palabras textuales, algo que me hizo sentir un escalofrío, ya que cada vez se parece más a su padre, después de todo, repitió palabras de Jack con tal de dar una orden, ya que sabe perfectamente que ninguno de los hombres de su padre se negará a sus órdenes. Chris le dijo "Llévame de compras, si te niegas, me aseguraré de hacer de tu trabajo un infierno"

Claramente él se refería a que se portaría muy mal, aunque aun así daba miedo el hecho de que cada vez se parezca más a su padre.

Lo peor es que, mientras ellos se encargaban del cachorro, yo guardaba mis cosas, sólo que hoy parecía ser el día de ponerme en aprietos, ya que mi suegro llegó diciéndome un "Regaña a tu esposo" y cuando quise preguntar la razón, un niño entró tomado de la mano de mi esposo.

–¿Me explicas? –le pregunté.

–Me lo encontré– respondió, por lo que su padre lo desmintió.

–Lo secuestró– me informó mi suegro.

–Jack– lo nombré, por lo que carcajeó.

–No te preocupes, tenían dos, así que les dejé a uno– me aseguró riendo.

–Jack– nombré con cierto enfado, a mí no me resultaba gracioso el hecho de secuestrar a un niño.

–¿Recuerdas que, cuando conocimos a tu hermano este estaba afiliado a una mafia? –preguntó, por lo que asentí sintiéndome más preocupado– bueno, es nieto del jefe de esa mafia–me informó mientras mi suegro le hacía señales de "Continúa hablando"– me conocí con su padre gracias a tu hermano, así que me presentaron a sus mellizos– me fue contando con una sonrisa mientras el pequeño nos miraba– se llama Anthony Stewart, pero no te alarmes, me llevo bien con su padre.

–No me parece una buena idea– le aclaré.

–Anthony ¿tienes miedo? –le preguntó poniéndose de su tamaño.

–No– le respondió en un tono dulce– pero tengo hambre.copy right hot novel pub