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Una madre para mi hijo

CAPÍTULO 21. EMBOSCADOS

Lilibeth

Hacer el amor con Massimo mientras Rachel duerme en sus cuna ha sido maravilloso, sobre todo por el hecho de que todo el tiempo he tratado de no gritar para despertarla, y con este pensamiento me quedo profundamente dormida.

Al siguiente día hacemos nuestra rutina normal, después de desayunar me informa que estará en su despacho revisando algunos documentos por lo que decido salir al jardín con mis hijos y tomar el sol.

Después de al menos una hora jugando con ellos o mejor dicho con Alex ya que Rachel se pasa la mayor parte del tiempo dormidita, decido que es momento de regresar y preparar la comida, tomo con una mano a mi hermoso Alex quien ya camina y con la otra el pequeño cochecito donde Rachel duerme, veo en la entrada a Massimo quien parece bastante apurado y también muy molesto.

- ¿Saldrás amor? -Se gira y se acerca hasta nosotros, besa a nuestros hijos y después me da un beso, pero hay algo diferente en él, aunque no lo sabría explicar.

-Sí mi amor, tengo algo urgente que resolver, quiero que te cuides y por favor solo por hoy no quiero que salgas de la mansión hasta que yo regrese ¿Me entendiste? -Pregunta bastante serio.

- ¿Sucede algo malo? -.

-Por favor, Lilibeth solo prométemelo -Pega su frente con la mía y asiento para que este más tranquilo.

-Bien, te voy a extrañar -Siento un presentimiento como si no fuera a volver a ver a mi esposo con estas palabras que acaba de dedicarme, nos damos otro beso tan intenso que nos separamos sin respiración, después sale con Pietro detrás de él.

Mia me ayuda con los niños, mientras ella los cuido yo les ayudo en la cocina a preparar la comida para más tarde, hoy quiero sorprender a Massimo esperando que con esto sus preocupaciones se aligeren un poco.

Ya en la cocina siento un frío horrible que me recorre todo el cuerpo y dejo caer al suelo la ensaladera que en ese momento sostenía en mis manos, haciendo que todas las mujeres del servicio peguen un brinco del susto.

- ¿Se encuentra bien señora? ¿Se siente mal? -Pregunta Marion que es la que está más cerca de mí.

-Sí, bueno no; no sabría decirlo tengo un presentimiento muy extraño -La miro mientras digo esto y ella toma mis manos entre las suyas.

-Tranquila señora, todo estará bien nada malo sucederá, la mansión cuenta con bastante seguridad y en cuanto al señor siempre va acompañado de todos sus hombres -Solo asiento por cortesía, aunque algo dentro de mí me dice que algo malo sucederá y el miedo carcome toda mi paz.

-Yo levanto esto -Intento recoger los vidrios, pero ellas me lo impiden, les pido una disculpa por lo que he provocado y salgo de la cocina para buscar a mis hijos no quiero dejarlos solos ni un solo momento.

Me siento en la sala que es donde se encuentra Mia con los niños y cuando estoy por cargar a Rachel entra Franco bastante asustado, ni siquiera se ha percatado de mi presencia, sigue su camino y se dirige al despacho de Massimo después de unos 5 minutos sale con un maletín y se dirige a nosotros.

-Señora lo mejor será salir de aquí, rápido son órdenes del jefe, no es necesario que tome nada todos los papeles importantes están en este maletín -En cuanto termina de decir esto escucho una descarga de balazos por toda la casa, provocando que toda la gente dentro de la mansión comience a gritar, salen las mujeres de la cocina y se acercan a mí.

-Vamos todas rápido, a las bodegas ya saben que debemos hacer -Vuelve a gritar Franco para hacerse oír sobre el griterío que en ese momento reina en la mansión, me toma del brazo y me arrastra con el yo me dejo no sin antes tomar del brazo a mi Alex, nos dirigimos a las bodegas las cuales no conocía, Franco aprieta unos botones y se abren unas puertas pesadas de acero que es seguro que ninguna bala podría atravesarla, bajamos unas escaleras hasta llegar a un pasillo muy largo y un poco oscuro, llegamos a otras puertas como las que dejamos atrás hace unos instantes, este vuelve a apretar unos números y en cuanto pasamos por esas puertas me doy cuenta que hay otros de sus hombres custodiándonos no había reparado en su presencia por lo nerviosa que me encuentro; cuando quiero preguntarle que está sucediendo se escucha una fuerte explosión y la poca luz que había detrás de estas últimas puertas se apaga por completo.

- ¿Qué está sucediendo Franco? -.

-Tranquila señora, aquí estaremos bien además tendremos que irnos en esas camionetas, por favor en cuanto este lejos de aquí le explicaré todo, no le ocultaré nada -Escucho tanta sinceridad en sus palabras que solo asiento y me dejo llevar nuevamente por este hombre, todas las mujeres de la mansión subimos a las camionetas que en realidad éramos como 8 mujeres contándome entre ellas y nos alejamos por un camino totalmente desconocido para mí.

Massimo

Al día siguiente amanezco abrazado a mi mujer y antes de levantarme le doy un pequeño beso, me dirijo a tomar una ducha para después bajar a desayunar, cuando Lilibeth está tomando una ducha cuido de Rachel y recibo un mensaje de uno de mis abogados los cuales me estuvieron ayudando con todo el caso del robo que estuve sufriendo los últimos meses, esto me sorprende dado que todo está aclarado y por el momento no les he pedido que realicen algún otro tipo de trabajo.

En cuanto termino mi desayuno le informo a mi mujer que estaré en mi despacho revisando algunos documentos, hablo con mi abogado quien me informa que me ha hecho llegar una información sumamente importante que debo revisar.copy right hot novel pub

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