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Una madre para mi hijo

9. RELATO

Tomamos asiento y Antonella manda a su hija Bianca a que nos prepare un café, después de que esta regresa de la cocina, nos sentamos nuevamente en su pequeña sala y su madre comienza su relato.

-Lo que yo sé es que mi esposo comenzó a sospechar de alguien del círculo de socios de su esposo, ya que mucha de la mercancía que era robada resultaba ser la que tendría más ganancias y además por lo precisos que eran en dar con esos cargamentos, el comenzó a investigar por su cuenta y encontró que misteriosamente Salvatore había estado recibiendo mucho dinero en sus cuentas fuera de Italia, no me pregunte como lo supo porque ni yo misma lo sé. El día que asesinaron a mi esposo recibió unos documentos muy importantes, me dejó unas copias y él se llevó los originales, me dijo que había atrapado al traidor y salió muy apurado con casi todos sus hombres, permítame un momento por favor -Saca de su cuello una cadena de oro con un pequeño guardapelo con forma de corazón y unas pequeñas inscripciones en este, por un momento pienso que me mostrará una foto, sin embargo, lo que esconde este colguije es una pequeña usb.

-Me dejo los documentos en esta usb y me pidió que se los mostrará a su esposo en caso de que algo le sucediera a él, pero no pude mostrárselos ya que Salvatore me amenazó con hacerle daño a mis hijos si yo decía algo, aunque todo el tiempo le negué que supiera algo de lo que descubrió mi esposo, al final el me arrebato todo lo que era de mi esposo y tuvimos que huir con lo poco que yo tenía ahorrado, como se dará cuenta no es mucho dado las condiciones en las que nos encontramos, pero prefiero eso a que ese demonio nos vuelva a encontrar -Termina su relato y veo alivio en su rostro.

- ¿Podría proporcionarme esa información por favor? Solo quiero una copia no es necesario que se preocupe, le doy mi palabra de que me vengaré de lo que le hicieron a su esposo, sé perfectamente que fue Salvatore quien lo asesinó y le hizo creer al mío que él era el verdadero culpable, así como que él era el culpable de la muerte del padre de Massimo -Asiente y me entrega la usb mientras comienza a llorar más fuerte por lo que acabo de decirle -Yo en verdad lamento mucho lo de su esposo, por favor Palmieri consígueme algún dispositivo para pasar esta información -Este asiente y antes de salir me lanza una mirada de advertencia, solo asiento y sale, después de un rato regresa con una laptop y comienzo a copiar los archivos para revisarlos con más calma en cuanto este de regreso en mi casa.

-Gracias -Le tiendo la usb y ella vuelve a colocarla en su cuello.

-Usted es diferente a su esposo -La miro extrañada y prosigue -Él fue a verme y me contó lo sucedido con mi esposo, también me dijo que no podía darme más dinero, dado que mi esposo era un traidor y que con todo lo que le había robado nosotros podríamos vivir cómodamente el resto de nuestras vidas, al igual me dijo que debería de sentirme afortunada de que no me matará a mis hijos y a mí por lo que hizo mi esposo -Llegados a este punto comienza a llorar y no puede continuar más con su relato, pero me hierve la sangre al pensar en cómo actuó el imbécil de Massimo, siempre confió en las personas equivocadas las cuales fueron culpables de su caída.

-Yo en verdad lamento lo que mi esposo le dijo, no tengo palabras para demostrarle lo arrepentida que estoy por lo que le dijo, también quiero prometerle que me vengaré de los responsables de la muerte de su esposo y que todo lo que era de él le será devuelto así sea lo último que haga y créame que puede confiar en mí, yo haré todo lo que este en mis manos para protegerlos; por cierto, no solo lo hago por su esposo sino también por el mío. Hace poco más de un año mi esposo sufrió un atentado por parte de los Salvatore al igual que mis hijos y yo en nuestra casa, sin embargo, pudimos salir a tiempo y logramos huir pero durante todo un año yo creí que mi esposo estaba muerto, hasta hace poco que regrese a Italia y me entere que Maritza Salvatore aprovechándose de la pérdida de memoria de mi marido le ha hecho creer que ella es su prometida, así que créame que nunca los traicionaré y tampoco dejaré que los Salvatore los encuentren -.

-Nosotros no lo sabíamos, nos hemos mantenido alejados de todos por miedo a que ellos nos encuentren, no sabe cómo lo lamento y entiendo por el dolor que debió pasar al creer a su esposo muerto -Me dice Antonella quien se encuentra bastante sorprendida por todo lo que acabo de confesarles, me estiro un poco y le tomo las manos.

-Gracias, ahora me retiro ya es muy tarde, pero no se preocupe como le repito les ayudaré así sea lo último que haga en esta vida -Me levanto y cuando estoy por salir, Antonella se acerca a mí y me da un pequeño abrazo al que le correspondo.

-Gracias señora, en verdad no sabe cómo me siento al saber que alguien por fin confía en la inocencia de mi esposo y aunque ya esté muerto sé que esto será como limpiar su nombre -Asiento porque eso es precisamente lo que quiero, que se exponga a los verdaderos culpables para limpiar el nombre de una persona inocente.

En cuanto salimos me giro hacia Palmieri y le pregunto - ¿Crees que sea posible dejar algunos hombres para que cuiden de ellos? Me preocupa que algo pueda sucederles, si nosotros dimos con su ubicación los Salvatore también podrían hacerlo -.

-Lo mejor será que hablemos con el señor Lombardi y él mande a otros de sus hombres para protegerlos, no quiero que nada le suceda a usted, pero estoy seguro de que si se lo pide accederá -Confió en sus palabras y en cuanto subimos a esa camioneta hablo con el señor Giuseppe y justo como dijo Palmieri el acepto mandar a otros hombres para que los cuiden y no les suceda nada malo dejándome bastante aliviada.

En cuanto regresamos a nuestra mansión subo a ver a mis hijos los cuales duermen profundamente, al parecer han estado un poco chillones dado que no les gusta que me separé de ellos, decido tomar una ducha rápida para luego acostarme con ellos abrazándolos e impregnándome de su aroma, después de un rato caigo rendida.

Luciano

Han pasado varios días desde que vi a Lucrecia si bien sé que es una mujer ocupada, mantenía la esperanza de poder encontrarla en la barra y esperando por mí, sin embargo, eso no sucedió por lo que decido regresar a mi casa y volver en los siguientes días.

A mi regreso me encuentro a mi prometida hecha una fiera, esperándome en la entrada.

- ¿Dónde has estado Luciano? ¿Por qué saliste sin guardaespaldas? Sabes lo preocupada que he estado todo este tiempo, últimamente sales todos los días y no me avisas dónde te encuentras, ¿acaso tienes una amante? -Poco a poco comienza a levantar más la voz.

-No tengo porque darte explicaciones, no eres mi madre Maritza, estoy bastante mayorcito como para cuidarme yo solo; y si piensas que te engañó puedes cancelar ya mismo nuestro compromiso me tiene sin cuidado -En cuanto digo esto último comienza a llorar como una histérica.copy right hot novel pub

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